6 de Marzo de 1974.

LA OPINION 

 

LA CRISIS DE CORDOBA

 

TOSCO BUSCA INSPIRACIÓN EN EL “MAQUIS”

LA IZQUIERDA CORDOBESA NO DESCARTA NEGOCIACIONES CON LA INTERVENCIÓN.

 

Ayer, el Secretario adjunto de la CGT Combativa, Agustín Tosco, fue reporteado  en uno de los refugios que mantiene durante su permanencia en la semi-clandestinidad, por uno de los enviados especiales de La Opinión. Este es el texto de su informe:

 

“Quiero ver a Tosco”. El pedido cursado  telefónicamente a uno de los allegados al dirigente del poderoso gremio de Luz y Fuerza de Córdoba, encuentra una respuesta cautelosa: “Ya nos vamos a comunicar con usted”.

Conseguir la entrevista no resulta ni difícil ni fácil. Depende, en realidad, de las cambiantes circunstancias de la situación política cordobesa, cuyas  mutaciones se cuentan en estos días en horas, o tal vez en minutos.

La confirmación llega a mediodía. Se establece un lugar y una hora. Es la siesta. El sol de la primera tarde recalienta las calles de una ciudad adormilada. A la hora fijada, un automóvil se detiene en doble fila y el conductor me hace una seña, subo. Comenzamos a dar vueltas por la ciudad.

“Cómo está la casa compañero?” pregunta el conductor. Tiene el rostro afable, maneja con un aire de distinción. Conversamos sobre la situación política y le convido un cigarrillo. Lo agradece. “Hace cuatro días que no fumo rubios”, dice.

Un rato después, cambiamos de auto. Ahora son dos los que van sentados adelante. Tienen las mismas características: predisposición al diálogo, actitud franca. El automóvil avanza dando un largo rodeo. Aún cuando uno se propusiera identificar los sitios por los que circulamos, le resultaría imposible. Llegamos a una casa ubicada en una calle silenciosa. Algunos chicos juegan en la esquina, tirando chapitas contra el cordón de la vereda.

Tosco está sentado en un sofá, en una habitación iluminada con luz eléctrica. Está leyendo un libro impreso en papel Biblia que –más tarde me entero- son ensayos de Albert Camus.  “Alguien me decía anoche que la resistencia debía organizarse a la manera de los “maquis”, cosa que comparto. De manera que estaba repasando algunas notas de Camus”, me dice Tosco.

Nos sentamos ante una mesa. Agradece el convite de un cigarrillo. También aquí se sienten los efectos de la escasez. Lo comento, lo que resulta casi obvio, que muchos esperaban la reedición del “Cordobazo”.

-“La situación no es la misma. Quienes esperaban un “Cordobazo” desconocen la realidad de Córdoba. El “Cordobazo” fue el resultado de una larga preparación. Hubo discusión y organización y un permanente contacto con las bases. Aquí, la sorpresa impidió todo contraataque. Existe, en cambio,  un repudio generalizado que va a traducirse en una actitud militante, que finalmente va a rescatar a Córdoba del fascismo.”

Le pregunto si también los gremios combativos fueron sorprendidos.

-“Para nosotros esto no es una novedad. Lo hemos venido proclamando desde un principio. Sin embargo, hay gente que pecó de ingenuidad política, que subestimó la embestida de la derecha. Cuando las bandas fascistas coparon la ciudad y se apoderaron de las radios e impidieron, de hecho, la relación de la gente para su organización.”

Pregunto si fue Obregón Cano quien impidió  la movilización de la gente.

-“No precisamente. Hay mucha gente aquí que no comprende  aún la hegemonización de la derecha. Sin embargo, una cosa debe quedar bien clara, Obregón no cayó por sus defectos, cayó por sus virtudes. Él llevó adelante un gobierno con sensibilidad popular.”

Tosco habla pausadamente, midiendo sus respuestas, sonriendo cuando su razonamiento le lleva a una conclusión irrefutable.

Lo que el gobierno central no entiende es que apoyando a Navarro está dando carta blanca a muchos “navarros” que en el día de mañana no van a alzarse ya contra el gobernador sino, precisamente, contra el mismo presidente. Sin embargo, esto es muy fácil de comprender. Ya existe de hecho la resistencia activa. Eso explica que se han visto obligados a levantar el paro, porque se les iba de las manos.”

Lo interrogo acerca de las características que, en su opinión, va a adoptar la resistencia.

-“Eso va a depender de quien sea el interventor. Vamos a hablar con él, vamos a ver que piensa, qué política planea llevar adelante.”

-¿La sorpresa no desarmó la organización?. Pregunto.

-“No, la organización está intacta. Nuestra comunicación es permanente.”

Insisto, preguntando dónde radica, desde su punto de vista, el origen de la escalada derechista.

-“Es una camarilla fascista enquistada dentro del Movimiento. Nosotros no queremos jugar al antiperonismo. Por el contrario, tenemos grandes coincidencias con los Montoneros y con el Peronismo de Base. Pero tampoco vamos a mantenernos pasivos. Desde 1940 que un gobernador no ha terminado en Córdoba su mandato. Imagínese si va a terminar un interventor...”