12 de septiembre de 1971
CANDIDATO DESDE LA CARCEL
Buenos Aires, Cárcel de Villa Devoto
Estimados Compañeras y Compañeros:
Dentro de pocos días se realizarán las elecciones para la recuperación de nuestro querido Sindicato. Es con ese motivo que me dirijo nuevamente a ustedes.
No se han encontrado antecedentes, en que un trabajador encarcelado, sin causa ni imputación alguna, salvo la abierta agresión a sus más elementales derechos, con toda arbitrariedad e injusticia, lo obliguen en situación tan desventajosa a una confrontación electoral.
El régimen simula el respeto a ciertos derechos, como sería el de presentarme de candidato. Pero al mismo tiempo me mantiene encarcelado en celda de aislamiento, pretendiendo durante ya más de cuatro meses, sin computar lo anterior que cubre casi un año, doblegar mi espíritu, hacerme decaer, derrotarme y debilitarme moral y física- mente.
No esquivo el sacrificio, levantando las banderas de la dignidad de mi gremio. Jamás será en mi persona que se pueda ver la desmoralizaci6n, el abatimiento o el pesimismo, de un trabajador de Luz y Fuerza de Córdoba.
Mi pecado es no callar la verdad de mis compañeros. Mi culpa es no ser un burócrata o un participacionista. Mi delito es no haber cambiado el honor del mameluco y la continuidad de la lucha en la Resistencia por el cómodo sillón aplaudiendo o desconociendo todos los atropellos e iniquidades que desde hace mucho tiempo se cometen, particularmente en estos cinco años de usurpación de la voluntad soberana del pueblo.
Estos son mis pecados, culpas y delitos. Los mismos de todos los Compañeros de la Dirección Sindical en la Resistencia. Los mismos de todo nuestro gremio.
Los mismos de los que no desertaron, de los que no esperan una elección para dar a conocer sus aspiraciones, sus nombres y sus candidaturas.
Nunca hemos engañado a nuestros Compañeros. Hemos realizado decenas de Asambleas plenamente democráticas. El derecho a decidir que de afuera nos quitaron, nosotros nunca lo dejamos de cumplir. Cuando el gremio salió a la calle nos tuvo a su frente. Cuando nos juzgaron juzgando al gremio, nuestra voz fue clara y firme. No bajamos la cabeza ni pedimos perdón.
Tuvimos y tenemos plena fe y optimismo.
Hace poco salió una publicación en verso, donde se nos insulta, se nos ofende, donde se burlan hipócritamente de nuestra lucha, de nuestro trabajo y hasta de nuestro sufrimiento. Ese titulado “Comando de la Verdad” fue anónimo. Nada más inmundo, nada más cobarde, que me rece todo nuestro desprecio:
Sería muy fácil para nosotros argumentar esta incalificable discriminación, esta cárcel injusta, para no someter nos al juicio del gremio. Pero no. Ni aun así eludimos esta responsabilidad ética y sindical. Jamás fuimos aventureros ni soportamos presiones extrañas. Tenemos una profunda vocación nacional, como no la tienen los usurpadores del poder y sus cómplices de todos los niveles, que entregan el país al extranjero y hacen pasar hambre y humillan a nuestro pueblo.
Solemnemente rendimos homenaje a la sangre de Santiago Pampillón, en esta fecha que cumple el 5° aniversario de su martirologio, y a todos los demás caídos y perseguidos que destronaron a los dictadores sangrientos, que combatieron a los explotadores de los humildes, que repudian a los carceleros de los argentinos comprometidos a una justa causa.
Nuestro accionar ha sido y es por el respeto a los derechos de los trabajadores. Por la conquista de nuevas reivindicaciones. Para que los derechos humanos tengan plena vigencia en nuestra patria.
Esta es nuestra posición. Nuestro programa también se conoce. Cada Compañera o Compañero sabrá definir a favor o en contra lo que su sana conciencia le dicte. Esperamos absolutamente confiados su veredicto.
Un fraternal abrazo para todos.
AGUSTIN J. TOSCO