9 de Febrero de 1973

ELECTRUM 

LA SOCIALIZACIÓN PROGRESIVA

Recientemente un periodista de la revista Análisis-Confirmado de la Capital Federal realizó, en nuestra sede, un reportaje al compañero  Secretario General de nuestra organización, Agustín Tosco. El mismo se tradujo en una página y media de la publicación aludida en la edición de la semana del 5 al 12 del corriente y para conocimiento de los compañeros lo transcribimos a continuación. 

Para muchos sectores políticos, Agustín Tosco –secretario general de Luz y Fuerza y secretario adjunto de la CGT regional- es el gremialista más representativo de Córdoba y uno de los intelectuales más lucidos que produjo el sindicalismo Argentino. Estas son las opiniones más importantes  vertidas por Tosco, durante su conversación con Análisis- Confirmado: 

P.-¿cómo se traduce en la actual situación política, la confluencia de acción que existió en el Cordobazo?

A.T.- el Cordobazo expresó todas las tendencias populares combativas. En la lucha del Cordobazo estuvieron identificados todos los sectores populares de los movimientos políticos mayoritarios y de las fuerzas de izquierda. No se podía diferenciar en la calle a un peronista de un radical, de un comunista, de un cristiano; tampoco se los podía diferenciar en el penal de Rawson. Pero eso no está expresado en este falso proceso electoral, instrumentado por el régimen. 

P.- sin abrir juicio de esa afirmación podría contestarse que las fuerzas de izquierda y populares no encontraron la forma de hacer sentir su peso. Si las fórmulas de los dos grandes partidos no parecen representar a sus elementos más izquierdistas no puede atribuirse eso solamente a factores que les son externos.

A.T.-no, no creo que así sea. Fíjese que este es el proceso de institucionalización de la “Revolución Argentina”. Y no creo que se pueda echar la culpa  de la “Revolución Argentina” a los sectores populares. 

P.- No hablo de culpa. Pero si 150.000 votos radicales fueron para Alfonsín y 150.000 votos más un pico fueron para Balbín, no veo claro que la candidatura de Balbín y no la de Alfonsín  sea un designio de la “Revolución Argentina”. Tampoco veo claro porque Perón eligió a Cámpora y Solano Lima como sus candidatos. De modo que no todo es externo. En otras palabras: ¿Cómo las fuerzas afines que participaron en el Cordobazo se cohesionaron entonces y no están cohesionadas ahora, sino que aparecen enfrentadas de acuerdo a situaciones ajenas? ¿Cómo no manejaron eso?. 

A.T: En el Cordobazo la gente decidió por si misma. Con todo el respeto que me merecen las instituciones políticas, las elecciones internas son minoritarias con respecto al volumen de adherentes de un partido. Se discute si el radicalismo tendrá tres o cuatro millones de votos, pero usted recordó que en los comicios internos votaron 300 mil, 300 mil que deciden entonces por 4 millones. 

P: Y en el peronismo, menos deciden por una cantidad parecida. 

A.T:...y en cuanto el radicalismo y el peronismo expresen algo de lo que fue esa lucha popular, como por ejemplo en Córdoba, usted ve que tanto el radicalismo, como el peronismo son distintos. No se puede desconocer que Atilio López expresa algo de  lo que fue el Cordobazo; no se puede desconocer que la juventud radical también expresa algo de esa lucha, que la izquierda expresa algo de esa lucha. Pero lo fundamental, el proceso fue instrumentado desde arriba con la convalidación de las jerarquías tradicionales de los partidos: así se hizo imposible que los sectores populares protagonizaran esta campaña electoral. 

P: Y hace poco La Nación señaló con algo de ironía que Balbín era un candidato de izquierda comparado con otros, con excepción de los tres sectores que se presentan a si mismos como izquierdistas, pero que no constituyen polos de alternativa. ¿Qué ocurre? 

A.T: Hay una trampa que está programada por el sistema, que persigue la continuidad de la “Revolución Argentina”, con una fachada democrática representada por las márgenes derechas de los caudales populares, pero esto no les va a servir de nada al régimen. 

P: ¿Usted no piensa que las alas populares de los grandes partidos, a través de la lucha interna en el gobierno y en la agrupación que resulte oficialista, van a plantear de todos modos una contradicción en el régimen? Porque,  en fin, con una o con otra de esas alas populares van a ser representadas y van a presionar. Y entonces, la lucha que usted plantea ahora como de gobierno contra pueblo se va a dar con otras características por que habrá, dentro del gobierno, sectores populares. Suponga como esfuerzo de imaginación, si usted quiere; Balbín presidente, Alfonsín ministro de interior, Storani secretario de energía. O el equivalente en el peronismo. Las cosas tendrían otro cariz. De todos modos no sería lo mismo.

A.T: la correlación de fuerzas...yo creo que la contradicción está dada en la actualidad. Ni las formulas que representan a los dos grandes movimientos populares responden a su contenido. Si decimos que el radicalismo representa a la clase media liberal, a gran parte de los profesionales, a pequeños y medianos sectores agropecuarios, sus hombres no lo están representando; si pensamos que el peronismo tiene un contenido humano de clase trabajadora, no podemos pensar que los señores Cámpora y Solano Lima lo representen de alguna manera. La contradicción que usted señala remitiéndola al futuro gobierno está dada en este momento. Ni el peronismo, ni el radicalismo, en lo que representa como pueblo, van a llegar al gobierno. Aunque pongan la banda a uno o a otro. Y los peronistas y los radicales, como pueblo, se van a ver enfrentados al gobierno, cualquiera que sea, a partir de Junio o Julio. Por que las márgenes derechas del peronismo y del radicalismo deforman el peronismo y al radicalismo. Y el pueblo no tiene solución por el camino de la derecha. 

P.: usted plantea que esta política resultante de gran acuerdo nacional es una trampa. Y yo le diría que sí, en todo caso las trampas son dos. Porque plantear como alternativa a la derecha, al sistema, algo que en derecha pero hasta se dice socialista y hasta revolucionario, puede ser también trampa. Además,  queda por resolver como en Córdoba los dos partidos pueden tener fórmulas que usted mismo considera mas avanzadas... queda por resolver como puede hacerlo si todo está condicionado.

A.T: evidentemente, en Córdoba los dos grandes partidos están más identificados con los intereses populares que a nivel nacional y eso se refleja en sus formulas. Pero Córdoba está dentro del país y los partidos cordobeses dentro de los partidos nacionales. 

P.: eso es lo que quiero decir: allí donde la gente empuja, el resultado no es el mismo. De modo que todo no queda mecánicamente sujeto a condicionamientos.

A.T: yo no hago una cuestión de relación de fuerzas. . y voy a la otra parte de lo que usted decía, a los representantes de los grandes estancieros, que hablan del socialismo nacional, que son hombres de hondas connotaciones fascistas por sus conductas y su programa. 

P.: a veces las banderas supuestamente revolucionarias no disimulan el contrabando derechista.

A.T: sí, es cierto. Pero por un lado con banderas supuestamente revolucionarias, están los nacionalistas oligárquicos, que tienen mentalidad fascista y por otro supuestamente también con banderas revolucionarias aparecen los liberales oligárquicos. Los dos representan los intereses de las clases altas dominantes, del sistema. Están diferenciados por concepciones superestructurales pero tienen la misma base económica. Solano Lima es un ejemplo de lo más retrogrado que puede existir en política: conspiró contra Irigoyen, estuvo en el gobierno conservador y hoy está en la formula peronista.  

P.:¿Cámpora es algo distinto?

A.T: ideológicamente, no. Creo que formalmente sí. No en el terreno de lo fundamental, claro, pero no es exactamente lo mismo. 

P.: yo insisto, sin embargo, en una pregunta ¿no cree que en el interior de un gobierno peronista o de un gobierno radical habrá sectores diferenciados con el sistema que, en su opinión, condiciona el proceso?

A.T: si hablaramos de un gobierno peronista o de un gobierno radical, incondicionados y sin extralimitaciones legales, podría plantearse esa hipótesis. Pero, finalmente, confluirán contra el sistema de los sectores populares del radicalismo, del peronismo y de la izquierda: no me cabe ninguna duda que, en la lucha impondrán la solución. 

P.: ¿consiste en la socialización?

A.T: si, evidentemente. Socializar los resortes fundamentales de la economía en el campo de la infraestructura, petróleo, electricidad, gas, transporte, comunicaciones, la metalúrgica, la siderurgia, la petroquímica.  

P.:¿todo eso en una primera etapa?¿gradualmente?

A.T: nadie puede pensar en un simple decreto que cambie de inmediato la situación económica del país. En ese sentido la socialización debe ser progresiva. Pero lo que sí hay que hacer de inmediato desde el primer momento, es una política con esos objetivos y rescatar, de inmediato para el país, resortes tales como el comercio exterior y la banca. Hay algo que aclarar, sin embargo: eso no quiere decir que deba rechazarse la inversión extranjera. Pero en función de una política económica trazada por el país, en función de quién llama a la inversión extranjera, cómo y para qué.

 

P.:¿y cómo define su lucha ahora?

A.T:  estoy por la lucha antiimperialista hacia el socialismo. El socialismo está un poco lejos aún de la Argentina, pero está cerca de la lucha liberadora. Antimonopolica, antiimperialista. En esta lucha están los sectores populares y entre estos, también, por supuesto, están sectores burgueses. Algunos pequeños, otros medianos. Pero no está la gran burguesía ni la oligarquía ligada al imperialismo, por supuesto, profesionales...  

P.:...intelectuales...

A.T: intelectuales, pero no solo eso. También propietarios de la tierra; pequeños y medianos propietarios, la pequeña y mediana industria. Todos estos, en un plan al servicio del país, tienen un papel que jugar. Pero un papel que, en lo nacional, se expresa enfrentando a los monopolios y en lo social, a través de las soluciones para la clase trabajadora. Creemos que la meta en la sociedad socialista; el camino es un camino nacionalista, antiimperialista, antioligárquico. 

P.: a través de las experiencias latinoamericanas podemos reconocer tres vías en ese sentido: mediante la lucha de partidos y logrando la victoria electoral; mediante la alianza de sectores revolucionarios civiles y militares; mediante la vía insurreccional. Se nombra a Chile, a Perú, a Cuba...

A.T: lamentablemente a los métodos no los vamos a elegir nosotros. 

P.: pero...¿qué prefiere usted?

A.T: yo prefiero el proceso Chileno, evidentemente. Pero no depende de mí que pueda o no darse así. En la Argentina, con el peronismo de avanzada, con el radicalismo de avanzada, con los sectores de centro izquierda y de la izquierda, con un programa claro de tipo nacionalista, democrático y revolucionario , vamos a construir el futuro. Por eso luchamos.