Recientemente un periodista de la revista Análisis-Confirmado
de la Capital Federal realizó, en nuestra sede, un reportaje al compañero
Secretario General de nuestra organización, Agustín Tosco. El mismo se
tradujo en una página y media de la publicación aludida en la edición de la
semana del 5 al 12 del corriente y para conocimiento de los compañeros lo
transcribimos a continuación.
Para
muchos sectores políticos, Agustín Tosco –secretario general de Luz y Fuerza
y secretario adjunto de la CGT regional- es el gremialista más representativo
de Córdoba y uno de los intelectuales más lucidos que produjo el sindicalismo
Argentino. Estas son las opiniones más importantes
vertidas por Tosco, durante su conversación con Análisis- Confirmado:
P.-¿cómo
se traduce en la actual situación política, la confluencia de acción que
existió en el Cordobazo?
A.T.-
el Cordobazo expresó todas las tendencias populares combativas. En la lucha del
Cordobazo estuvieron identificados todos los sectores populares de los
movimientos políticos mayoritarios y de las fuerzas de izquierda. No se podía
diferenciar en la calle a un peronista de un radical, de un comunista, de un
cristiano; tampoco se los podía diferenciar en el penal de Rawson. Pero eso no
está expresado en este falso proceso electoral, instrumentado por el régimen.
P.-
sin abrir juicio de esa afirmación podría contestarse que las fuerzas de
izquierda y populares no encontraron la forma de hacer sentir su peso. Si las fórmulas
de los dos grandes partidos no parecen representar a sus elementos más
izquierdistas no puede atribuirse eso solamente a factores que les son externos.
A.T.-no,
no creo que así sea. Fíjese que este es el proceso de institucionalización de
la “Revolución Argentina”. Y no creo que se pueda echar la culpa
de la “Revolución Argentina” a los sectores populares.
P.-
No hablo de culpa. Pero si 150.000 votos radicales fueron para Alfonsín y
150.000 votos más un pico fueron para Balbín, no veo claro que la candidatura
de Balbín y no la de Alfonsín sea
un designio de la “Revolución Argentina”. Tampoco veo claro porque Perón
eligió a Cámpora y Solano Lima como sus candidatos. De modo que no todo es
externo. En otras palabras: ¿Cómo las fuerzas afines que participaron en el
Cordobazo se cohesionaron entonces y no están cohesionadas ahora, sino que
aparecen enfrentadas de acuerdo a situaciones ajenas? ¿Cómo no manejaron eso?.
A.T:
En el Cordobazo la gente decidió por si misma. Con todo el respeto que me
merecen las instituciones políticas, las elecciones internas son minoritarias
con respecto al volumen de adherentes de un partido. Se discute si el
radicalismo tendrá tres o cuatro millones de votos, pero usted recordó que en
los comicios internos votaron 300 mil, 300 mil que deciden entonces por 4
millones.
P:
Y en el peronismo, menos deciden por una cantidad parecida.
A.T:...y
en cuanto el radicalismo y el peronismo expresen algo de lo que fue esa lucha
popular, como por ejemplo en Córdoba, usted ve que tanto el radicalismo, como
el peronismo son distintos. No se puede desconocer que Atilio López expresa
algo de lo que fue el Cordobazo; no
se puede desconocer que la juventud radical también expresa algo de esa lucha,
que la izquierda expresa algo de esa lucha. Pero lo fundamental, el proceso fue
instrumentado desde arriba con la convalidación de las jerarquías
tradicionales de los partidos: así se hizo imposible que los sectores populares
protagonizaran esta campaña electoral.
P:
Y hace poco La Nación señaló con algo de ironía que Balbín era un candidato
de izquierda comparado con otros, con excepción de los tres sectores que se
presentan a si mismos como izquierdistas, pero que no constituyen polos de
alternativa. ¿Qué ocurre?
A.T:
Hay una trampa que está programada por el sistema, que persigue la continuidad
de la “Revolución Argentina”, con una fachada democrática representada por
las márgenes derechas de los caudales populares, pero esto no les va a servir
de nada al régimen.
P:
¿Usted no piensa que las alas populares de los grandes partidos, a través de
la lucha interna en el gobierno y en la agrupación que resulte oficialista, van
a plantear de todos modos una contradicción en el régimen? Porque,
en fin, con una o con otra de esas alas populares van a ser representadas
y van a presionar. Y entonces, la lucha que usted plantea ahora como de gobierno
contra pueblo se va a dar con otras características por que habrá, dentro del
gobierno, sectores populares. Suponga como esfuerzo de imaginación, si usted
quiere; Balbín presidente, Alfonsín ministro de interior, Storani secretario
de energía. O el equivalente en el peronismo. Las cosas tendrían otro cariz.
De todos modos no sería lo mismo.
A.T:
la correlación de fuerzas...yo creo que la contradicción está dada en la
actualidad. Ni las formulas que representan a los dos grandes movimientos
populares responden a su contenido. Si decimos que el radicalismo representa a
la clase media liberal, a gran parte de los profesionales, a pequeños y
medianos sectores agropecuarios, sus hombres no lo están representando; si
pensamos que el peronismo tiene un contenido humano de clase trabajadora, no
podemos pensar que los señores Cámpora y Solano Lima lo representen de alguna
manera. La contradicción que usted señala remitiéndola al futuro gobierno está
dada en este momento. Ni el peronismo, ni el radicalismo, en lo que representa
como pueblo, van a llegar al gobierno. Aunque pongan la banda a uno o a otro. Y
los peronistas y los radicales, como pueblo, se van a ver enfrentados al
gobierno, cualquiera que sea, a partir de Junio o Julio. Por que las márgenes
derechas del peronismo y del radicalismo deforman el peronismo y al radicalismo.
Y el pueblo no tiene solución por el camino de la derecha.
P.:
usted plantea que esta política resultante de gran acuerdo nacional es una
trampa. Y yo le diría que sí, en todo caso las trampas son dos. Porque
plantear como alternativa a la derecha, al sistema, algo que en derecha pero
hasta se dice socialista y hasta revolucionario, puede ser también trampa. Además, queda por resolver como en Córdoba los dos partidos pueden
tener fórmulas que usted mismo considera mas avanzadas... queda por resolver
como puede hacerlo si todo está condicionado.
A.T:
evidentemente, en Córdoba los dos grandes partidos están más identificados con
los intereses populares que a nivel nacional y eso se refleja en sus formulas.
Pero Córdoba está dentro del país y los partidos cordobeses dentro de los
partidos nacionales.
P.:
eso es lo que quiero decir: allí donde la gente empuja, el resultado no es el
mismo. De modo que todo no queda mecánicamente sujeto a condicionamientos.
A.T:
yo no hago una cuestión de relación de fuerzas. . y voy a la otra parte de lo
que usted decía, a los representantes de los grandes estancieros, que hablan
del socialismo nacional, que son hombres de hondas connotaciones fascistas por
sus conductas y su programa.
P.:
a veces las banderas supuestamente revolucionarias no disimulan el contrabando
derechista.
A.T:
sí, es cierto. Pero por un lado con banderas supuestamente revolucionarias, están
los nacionalistas oligárquicos, que tienen mentalidad fascista y por otro
supuestamente también con banderas revolucionarias aparecen los liberales oligárquicos.
Los dos representan los intereses de las clases altas dominantes, del sistema.
Están diferenciados por concepciones superestructurales pero tienen la misma
base económica. Solano Lima es un ejemplo de lo más retrogrado que puede
existir en política: conspiró contra Irigoyen, estuvo en el gobierno
conservador y hoy está en la formula peronista.
P.:¿Cámpora
es algo distinto?
A.T:
ideológicamente, no. Creo que formalmente sí. No en el terreno de lo
fundamental, claro, pero no es exactamente lo mismo.
P.:
yo insisto, sin embargo, en una pregunta ¿no cree que en el interior de un
gobierno peronista o de un gobierno radical habrá sectores diferenciados con el
sistema que, en su opinión, condiciona el proceso?
A.T:
si hablaramos de un gobierno peronista o de un gobierno radical, incondicionados
y sin extralimitaciones legales, podría plantearse esa hipótesis. Pero,
finalmente, confluirán contra el sistema de los sectores populares del
radicalismo, del peronismo y de la izquierda: no me cabe ninguna duda que, en la
lucha impondrán la solución.
P.:
¿consiste en la socialización?
A.T:
si, evidentemente. Socializar los resortes fundamentales de la economía en el
campo de la infraestructura, petróleo, electricidad, gas, transporte,
comunicaciones, la metalúrgica, la siderurgia, la petroquímica.
P.:¿todo
eso en una primera etapa?¿gradualmente?
A.T:
nadie puede pensar en un simple decreto que cambie de inmediato la situación
económica del país. En ese sentido la socialización debe ser progresiva. Pero
lo que sí hay que hacer de inmediato desde el primer momento, es una política
con esos objetivos y rescatar, de inmediato para el país, resortes tales como
el comercio exterior y la banca. Hay algo que aclarar, sin embargo: eso no
quiere decir que deba rechazarse la inversión extranjera. Pero en función de
una política económica trazada por el país, en función de quién llama a la
inversión extranjera, cómo y para qué.
P.:¿y
cómo define su lucha ahora?
A.T:
estoy por la lucha antiimperialista hacia el socialismo. El socialismo
está un poco lejos aún de la Argentina, pero está cerca de la lucha
liberadora. Antimonopolica, antiimperialista. En esta lucha están los sectores
populares y entre estos, también, por supuesto, están sectores burgueses.
Algunos pequeños, otros medianos. Pero no está la gran burguesía ni la
oligarquía ligada al imperialismo, por supuesto, profesionales...
P.:...intelectuales...
A.T:
intelectuales, pero no solo eso. También propietarios de la tierra; pequeños y
medianos propietarios, la pequeña y mediana industria. Todos estos, en un plan
al servicio del país, tienen un papel que jugar. Pero un papel que, en lo
nacional, se expresa enfrentando a los monopolios y en lo social, a través de
las soluciones para la clase trabajadora. Creemos que la meta en la sociedad
socialista; el camino es un camino nacionalista, antiimperialista, antioligárquico.
P.:
a través de las experiencias latinoamericanas podemos reconocer tres vías en
ese sentido: mediante la lucha de partidos y logrando la victoria electoral;
mediante la alianza de sectores revolucionarios civiles y militares; mediante la
vía insurreccional. Se nombra a Chile, a Perú, a Cuba...
A.T:
lamentablemente a los métodos no los vamos a elegir nosotros.
P.:
pero...¿qué prefiere usted?
A.T:
yo prefiero el proceso Chileno, evidentemente. Pero no depende de mí que pueda
o no darse así. En la Argentina, con el peronismo de avanzada, con el
radicalismo de avanzada, con los sectores de centro izquierda y de la izquierda,
con un programa claro de tipo nacionalista, democrático y revolucionario ,
vamos a construir el futuro. Por eso luchamos.