5 de Septiembre de 1971

Revista  “Jerónimo”, Córdoba                              

                     Agustín Tosco habla desde la Cárcel 

JERÓNIMO: Queremos aprovechar la oportunidad para aclarar el problema de su detención. Originariamente el Ministro Mor Roig y otros funcionarios indicaron que Ud. “ se hizo detener”; que “ se arrojó en brazos de la policía”. ¿ Cómo fue en realidad?. 

TOSCO: De no ser una afirmación abiertamente hipócrita  la del Ministro Mor Roig la única explicación de su respuesta está en que no se sabía nada de lo que pasaba. Como ha sucedido en anteriores ocasiones en que sus funciones son cubiertas por otros funcionarios o sectores del régimen y él se limita a firmar; a veces a regañadientes, pero siempre termina firmando.

Brevemente reseñaré con absoluta fidelidad como fue mi caso:

1°) Luego del gran paro y movilización obrera, estudiantil y popular del 15 de marzo, el CONASE impartió órdenes de captura a todos los integrantes del Comando de Lucha de la CGT que yo también integraba.

2°) Simultáneamente se dispuso la intervención a cinco organizaciones sindicales de Córdoba.

3°) Producido el recambio que destituyó a Levingston y entronizó a Lanusse, se levantaron las intervenciones a los cinco sindicatos, salvo a Luz y Fuerza al que se lo convocó a elecciones para cinco meses después.

4°) Los abogados de mi gremio presentaron recursos de Hábeas Corpus preventivos por mi caso. Como siempre o casi siempre sucede se informó que no existía orden de captura. Estaba de licencia en mi trabajo y la policía fue a buscarme allí, en mi casa habían efectuado dos allanamientos. Tres allanamientos más se realizaron en otros domicilios, todos en contra de mi persona. En uno de ellos donde contratábamos comercialmente la impresión de los Comunicados del Comando de Lucha de la CGT; la policía secuestró un mimeógrafo.

Se informaba que no existía orden de captura pero me habían hecho cinco allanamientos y fueron a buscarme al lugar de trabajo.

Con las máximas precauciones posibles, pero con la obligación de cumplir mi deber sindical concurrí a las Asambleas de mi gremio y sorpresivamente y brevemente a un acto público de protesta por la detención del compañero Di Toffino, en la esquina de Gral. Paz y Santa Rosa. También asistí al Plenario de Gremios Confederados del 13 y 14 de abril, donde se eligió el nuevo secretariado de la CGT, del cual formé parte nominalmente.

Dos días después, se cumplió un paro general y la policía fue a la CGT.

No traían orden de allanamiento y se les negó la entrada. Estacionaron al frente dos carros de asalto y guardia armada. Supe que apenas pisara la vereda de la Avenida Vélez Sarsfield sería detenido.

Tuve que evadirme por los techos para no caer preso.

En esas condiciones de arbitraria persecución proseguí cumpliendo mis funciones sindicales.

5°) Públicamente se difundió el levantamiento de las órdenes de captura a todos los integrantes del Comando de Lucha de la CGT, excepto la mía. Por lo tanto continué cuidándome de caer detenido y desarrollando al máximo de posibilidades las nuevas funciones que tenía asignadas en la CGT y las de la Dirección Sindical en la Resistencia de Luz y Fuerza de Córdoba.

El hecho que se ocultara la subsistencia de la orden de captura dictada por el CONASE en marzo y simultáneamente se intentara detenerme y al mismo tiempo no se formulara ninguna imputación concreta, mostraba claramente que el único objetivo que se perseguía era detenerme y reprimirme con ello, por toda la actividad desarrollada en defensa de nuestros derechos sindicales, económicos, sociales y políticos.

6°) El 28 de abril debían llegar a Córdoba, Lanusse y Mor Roig, a difundir especialmente los nuevos slogan del “Tercer Acto de la Revolución Argentina”: “Quiera el pueblo creer” y “El Gran Acuerdo Nacional”.

El día anterior conversamos con varios dirigentes sindicales para preparar una declaración pública, ratificando las posiciones y reivindicaciones de la Clase Trabajadora Cordobesa y señalando que especialmente nada había cambiado, sólo las formas con un mismo contenido; que se mantenían los mismos propósitos de marginar de los medios y de los fines del régimen gobernante, las verdaderas aspiraciones del pueblo.

¡Qué casualidad que fue esa noche cuando me detuvieron! ¡Qué sugestivo que fuera en las primeras horas de la madrugada del día en que llegaban Lanusse y Mor Roig a Córdoba! ¡Qué coincidencia que el decreto que me coloca a disposición del PEN, con la firma de Lanusse y de Mor Roig, lleva la fecha del mismo 28 de abril!.

Como puede apreciarse las declaraciones de Mor Roig están totalmente contradichas conforme a este proceso. Además: “Si yo me hubiera “arrojado” en brazos de la policía, con una sola granada de gas, de las que tanto tiran todos los días, tendría que haber salido corriendo y así se evitaban la “obligación” de detenerme”. 

JERÓNIMO: ¿ Cómo se produjo concretamente la detención? ¿Cómo lo llevaron a Devoto?  

TOSCO: El 27 de abril trabajé hasta medianoche en la CGT. Vinieron compañeros de Luz y Fuerza a buscarme y como teníamos apetito decidimos ir a cenar un bife al Restaurante  “El Manantial”. Nos ubicamos en la sala contigua sin estar a la vista de la gente, no sé si es allí donde nos vieron, o al cruzar la calle a la salida para ascender al vehículo del compañero Di Toffino; eran alrededor de las dos y treinta horas.

Con Di Toffino y Moro en la renoleta seguimos hasta Maipú, giramos a la izquierda, llegamos a la costanera del río y seguimos por allí para ir al barrio de Luz y Fuerza y dejarlo a Moro que vive allí, en primer término, cuando íbamos por Maipú nos pareció que un vehículo nos seguía; por la costanera eran dos; al llegar al puente de la Cañada y Humberto 1°, tres patrulleros hicieron sonar sirenas y repetidas indicaciones con las luces. Uno se colocó al lado nuestro y nos detuvimos, varios policías armados con metralletas rodearon el vehículo en que nos conducíamos y ordenaron descender con los brazos en alto, así lo hicimos, de inmediato nos palparon.

Luego, nos trasladaron al Departamento Central de la Policía, fui incomunicado en una celda no así mis compañeros; entrado el día levantaron la incomunicación. Supe que Luz y Fuerza había abandonado el trabajo y juntamente con Empleados Públicos realizaron una concentración frente a la CGT.

El compañero Atilio López, en nombre de la Central Obrera Cordobesa, declaró personas no gratas a Lanusse y Mor Roig.

A las 23 hs. llamaron a Moro y Di Toffino “con todo”, o sea para salir en libertad.

Fui a dormir al tercer piso de una cucheta de la celda central. A las tres de la mañana los guardias me despertaron y ordenaron recoger las cosas elementales y que los acompañara.

Fui esposado y colocado a disposición de tres personas.

Estos hombres de civil cruzaron las esposas con dos pequeñas cadenas, sosteniéndolas una a cada lado mío; cruzando el patio llegamos a un automóvil aparentemente particular que esperaba estacionado en el pasaje Santa Catalina; varios policías fuertemente armados custodiaban. Fui ubicado en el asiento de atrás del vehículo con los dos hombres a cada costado sujetándome con las cadenas. Adelante, el conductor y el acompañante. 

JERÓNIMO: ¿Qué pensó en esos momentos? 

TOSCO: Todo se hizo en silencio. No me golpearon. Por cierto que la situación así planteada, no era muy cómoda que digamos.

Arrancó el vehículo. Creo que otros dos, uno adelante y otro atrás lo acompañaban.  Tomaron por 27 de abril, Vélez Sarsfield, doblaron y siguieron por la Cañada y remontaron la Ruta 20 o camino a Carlos Paz. Cuando marchábamos por la bajada San Roque, el que iba adelante dijo que eran de la Policía o de Coordinación Federal y que realizaban mi traslado a la Escuela de Aviación para ser remitido a Buenos Aires.

El automóvil entró a la Escuela de Aviación y se dirigió directamente a la pista de aterrizaje, colocándose cerca de un avión grande, bimotor, de transporte de paracaidistas de la Fuerza Aérea. Ascendimos al mismo con tres civiles, continuaba esposado. En el espacio interior del aparato parecía aún más grande, con las cuatro personas que lo ocupábamos. A las seis de la mañana levantó vuelo, estaba totalmente oscuro. Alcancé a ver las luces de mi querida ciudad que se balanceaba en un vaivén de plano con puntos luminosos según los movimientos del avión. Todavía no hacía dos años había vivido una experiencia similar vinculada al Primer Cordobazo. Con el amanecer despuntando, a las 8 de la mañana, el aparato aterrizó en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires. Se acercó al avión un automóvil igual al de Córdoba, bajamos del avión u subimos al vehículo, todo en forma similar a lo sucedido hacía unas horas en Córdoba.

Llegamos a Coordinación Federal y fui rigurosamente incomunicado en una celda penitenciaria que llaman “el tubo” y que es sumamente opresiva por su estrechez, con puerta enteriza mínima ventilación y con sólo un viejo colchón en el piso. Al anochecer varios guardias, después de sacarme del “tubo” me transportaron en otro automóvil a este penal de Villa Devoto. 

JERÓNIMO: Y en Villa Devoto ¿ cómo está alojado? 

TOSCO: Esa misma noche fui ubicado en la celda de aislamiento en el entrepiso N° 6. Este es muy reducido construido sobre el 3° y último piso de uno de los grandes edificios del penal. Esta cárcel aloja alrededor de 2.500 detenidos.

El ascensor llega hasta el último piso y por una escalera se va hasta donde estamos nosotros. La celda del entrepiso tiene dos pequeños compartimientos de 2,30 m. de largo por 1,40 m. de ancho; de altura 2,10 m. podemos apoyar las manos en el techo, con los brazos abiertos un codo da sobre una pared y la mano sobre la otra; allí está la cama y la puerta no puede abrirse del todo, porque topa con la cama. Así, con datos prácticos, es la dimensión de cada compartimiento. Son contiguos y por el frente los comunica un pasillo, que a su vez desemboca en el baño. En éste una ventana con rejas da al exterior. Desde la misma se puede observar parte del penal y del barrio Villa Devoto. Estuve 17 días completamente solo, hasta que lo trajeron a Ongaro, acompañado de una radio a transistores y los diarios de la mañana que dejan entrar. Tantos días sin conversar resultaron cansadores. Veía fugazmente a los celadores, ya que no están en el entrepiso sino abajo en el pabellón, cuando traían la comida o procedían al recuento.

Hizo mucho frío y lo combatía con un calentador a kerosén. Comenzaron a llegar cartas y comunicaciones por intermedio del abogado Dr. Hipólito Solari Irigoyen y desde Córdoba mi abogado y compañero el Dr. Arnaldo Murúa, aliviaron la situación. De la correspondencia y de los saludos de mis familiares, de las compañeras y compañeros de Luz y Fuerza, de instituciones, abogados y amigos recibí una cálida solidaridad llena de fe, de firmeza y de combatividad. Fueron mi principal oxígeno espiritual y pasé y paso la mayor cantidad de horas contestándolas, reconociendo todo eso que viene de los que luchan, de los que combaten la arbitrariedad y la injusticia, las trampas y los engaños de un régimen usurpador y continuista. Todas las cartas son pedazo de una vida palpitante que está allí afuera y que llegan hasta mí con su carga generosa de sentimientos, de ideas, de sólidas afirmaciones. Y por mi cabeza pasan los recuerdos, vuela la imaginación, se ratifican todas las posiciones y se contempla toda la sociedad que todos queremos construir. 

JERÓNIMO: ¿ Solamente escribe o lee también? 

TOSCO: Más que todo escribo. Y digo y repito que sigamos en la lucha. Que no nos dejemos engañar con mentiras, promesas de falsos acuerdos. Que la cárcel puede aprisionar lo físico, pero que la conciencia y el espíritu, la fe y el optimismo son libres y trascienden más allá del estrecho cuartito, de las puertas enrejadas, de los muros del penal.

Yo soy uno más de los que fueron, de los que son y de los que serán represaliados, castigados y perseguidos. Uno de los tantos con nombre y sin nombre, que luchan, que ganan y pierden, pero que en definitiva triunfarán al final del largo camino que nos lleva a una vida sin explotados ni explotadores.

En lo que me queda de tiempo leo Economía Política, Sociología y Sicología Social. A la noche escucho música folklórica o clásica de programas radiales, eso tonifica y estimula en los momentos de soledad.

Además tomo mate con yuyos cordobeses. 

JERÓNIMO: ¿ Qué siente y piensa acerca de su prisión? ¿ Es un proceso político, gremial, común? A partir de estas denominaciones ¿puede establecer una comparación con los otros tipos de presos? 

TOSCO: Como acertadamente señalan los compañeros que luchan desde afuera, todos somos rehenes del régimen. Provengamos del sector gremial, político o estudiantil.

Todos queremos justicia y a todos nos reprimen con la injusticia.

Creo que no hay mayores diferencias entre los presos del tipo señalado, personalmente no puedo constatarlo por nuestro total aislamiento.

Los presos comunes son todos encausados, producidas las sentencias son destinados a otros penales, con ellos tampoco tenemos contacto. 

JERÓNIMO: ¿ Cómo son sus relaciones con Ongaro? ¿Conversan, discuten, planifican?                            ¿ No se contagió de su misticismo? 

TOSCO: Hacemos una vida casi idéntica, cada uno en su cuartucho. Somos buenos compañeros y amigos. El lugar de “concentración” es el pasillo, donde hay dos mesitas, útiles y enseres de cocina e higiene.

No discutimos, conversamos, cambiamos opiniones, coincidimos en el enfrentamiento a la política del régimen. En la imperiosa necesidad de la UNIDAD EN LA LUCHA, EN LA COORDINACIÓN DE ESFUERZOS, REPETANDO LOS ENFOQUES EN QUE EVENTUALMENTE HAYA DIFERENCIAS. Dimos tres comunicados conjuntos, transmitidos verbalmente a nuestros abogados en el locutorio. El primero de repudio a las demagógicas gestiones de Rucci por nuestra libertad y de reconocimiento a todos los que realmente luchan para conseguirla. El segundo de adhesión y apoyo al Gobierno de la Unidad Popular de Chile que preside Salvador Allende, con motivo de la conmoción institucional por la muerte de Pérez Zujovich que quiso se aprovechara para hacer tambalear  el triunfo del pueblo chileno. El tercero denunciando las falsas disputas y la entrega claudicante de dialoguistas y participacionistas de la CGT de Azopardo.

Vivimos intensamente los problemas sindicales y del país, casi como si fuésemos una microcentral obrera en el exilio.

En lo fundamental, en el entrepiso practicamos la “socialización”. Así se vive mejor. 

JERÓNIMO: ¿Qué pasa cuando cae la noche? ¿Es fácil conciliar el sueño? ¿Tiene pesadillas?. 

TOSCO: La única pesadilla que tengo es la de la inmensa mayoría de los argentinos: tener que soportar un  régimen ajeno a la voluntad popular y a las urgencias de cambio de nuestro país.

Para mí esta prisión tiene un sentido, porque es consecuencia de la lucha de los trabajadores y del pueblo. La asumo positivamente, como un testimonio concreto de prueba y fe en nuestros ideales. Soy trabajador con dignidad que representa la dignidad de mis compañeros. Esto va por encima de cualquier otra cosa. No claudico ni mendigo libertad. Quiero y queremos ser libres, pero no de prestado, sino por nuestro propio esfuerzo, por nuestra propia lucha; la lucha de los trabajadores, la unidad y la lucha de todos los sectores populares. 

JERÓNIMO: ¿Qué piensa y siente respecto a los demás presos políticos? 

TOSCO: Los siento a todos como hermanos, sin hacer distingos. Lo que sí quiero, es hacer una recordación especial a los Sacerdotes del Movimiento para el Tercer Mundo, recientemente detenidos por su vívido compromiso con los verdaderos padecimientos y reivindicaciones del pueblo.

Los presos políticos no pensamos todos igual ni actuamos en el mimo campo. Cada uno ejerce su posición, entendiéndola como complemento de la lucha general o como más válida en el proceso. Lo esencial es que todos luchamos por el hombre nuevo y la nueva sociedad y que también  todos sufrimos la violencia institucionalizada de un sistema, que ya también tiene sus “escuadrones de la muerte”,  para mantener una sociedad clasista egoísta y explotadora. Por ello nos sentimos hermanos en el cautiverio y hermanos en el ideal de un mundo mejor. 

JERÓNIMO : ¿Cómo aprecia  a sus compañeros desde la cárcel? 

TOSCO: He pasado más de veintidós años de mi vida en Luz y Fuerza de Córdoba. En Julio pasado cumplí 18 años de actuación ininterrumpida en distintos cargos del Consejo Directivo.

Siete veces he estado preso. Cinco de ellas por muy poco tiempo. Durante el año 1969, estuve de mayo a diciembre en el sur, en el Penal de Rawson, ahora llevo más de cuatro meses aquí. Jamás dejé de tener la más extraordinaria solidaridad, apoyo y afecto de mis compañeras y compañeros.

De las muchas cosas que he apreciado y que me han emocionado hondamente en la vida, una de las más profundas e inestimables es ese vínculo humano, sindical, múltiple, con mi gremio de Luz y Fuerza de Córdoba.

Tanto como en 1969 aprecio su consecuente militancia, su adhesión activa a la Dirección Sindical en la Resistencia, su repudio a la intervención que todavía pesa sobre el Sindicato a la que inexorablemente derrotaremos, su enfrentamiento al participacionismo claudicante y vergonzante, su concepto de la unidad combativa con el resto de las Organizaciones Sindicales, su identificación con todos los sectores del pueblo que luchan, su bregar contra el dogmatismo, el exclusivismo y el sectarismo. Su gran tarea para sumar a todas las fuerzas que demandan un auténtico cambio con proyección revolucionaria que haga posible la LIBERACIÓN NACIONAL Y SOCIAL DE LA PATRIA. 

JERÓNIMO: ¿ Cómo ve usted a Córdoba dentro del proceso argentino y latinoamericano? 

TOSCO: Córdoba es, especialmente en los últimos años, la demostración elocuente de una toma de conciencia y de una práctica concreta de acciones múltiples, de lucha perseverante, por sacudir las estructuras neocoloniales y dependientes que oprimen a nuestro pueblo y mantienen a nuestro país en el estancamiento, cuando no lo llevan al retroceso.

Eso está inserto en una fuerza potencial y subyacente que recorre toda la Patria. No en vano, no porque sí se han producido las acciones populares de Tucumán, Rosario, El Chocón, Salta, Catamarca, Ensenada, Buenos Aires y tantas otras más. No en vano se acentúan los procesos renovadores y revolucionarios en América Latina. No porque sí, las fuerzas más retrógradas reaccionarias y obscurantistas han reprimido sangrientamente a las fuerzas populares bolivianas, que no tardarán en levantarse con más vigor para reconquistar sus derechos y profundizar el proceso de liberación. El imperialismo y los monopolios explotadores de pueblos y naciones serán barridos de Latinoamérica y del Tercer Mundo. Millones de seres, de hermanos nuestros, construirán un nuevo porvenir más digno y más feliz. 

JERÓNIMO: ¿Cómo quisiera cerrar sus declaraciones? 

TOSCO: Recordando que el 12 de septiembre se cumple el quinto aniversario de la muerte de Santiago Pampillón, primer mártir obrero estudiantil caído en el enfrentamiento a la dictadura de la Revolución Argentina encabezada entonces por Onganía. Para él, simbolizando a todos los que prodigamos su sangre generosa por el respeto a los derechos humanos en Argentina, mi profundo homenaje, y un emocionado saludo a los trabajadores, estudiantes, hombres y mujeres de toda condición, profesión y militancia del querido pueblo cordobés.

Y a la Revista JERÓNIMO un especial reconocimiento por permitirme transmitir estas expresiones públicas

 

Cárcel de Villa Devoto

29 de agosto de 1971