31 de Enero de 1974

“El Mundo”

 

PROMESAS Y REALIDADES

 Escribe: Agustín Tosco

 

Enero de 1974 concluye con un país verdaderamente conmocionado. El gobierno ungido con más de siete millones de votos se debate también en medio de una crisis que engendra el sistema económico-social del capitalismo dependiente.

La utópica era de estabilidad y paz social que la sola presencia de Perón en el gobierno provocaría, va quedando diluida en el horizonte de ilusiones que la propaganda premeditada y demagógica se encargó de fabricar.

La historia la hacen los hombres, pero nunca en su medida y armoniosamente y menos atravesando la crisis de un sistema. La hacen, sujetos en gran medida a las leyes fundamentales del propio desarrollo histórico, con todas sus profundas contradicciones, con sus antagonismos de clases, surgidos por la imposibilidad de un sistema de resolver satisfactoriamente los problemas que crean las serias dificultades a la vida en general de la mayoría de la población.

Son muchos los acontecimientos que marcan con su intensidad, su dramatismo y su repercusión, este agrava miento de la crisis de las contradicciones y que hacen cada vez más turbulenta la vida histórica de nuestro país. Recordaremos algunos de ellos.

 

* EL PACTO SOCIAL

A las promesas de una plena participación popular, de un protagonismo activo y militante de la clase obrera y las masas populares en el proceso económico y social, se opuso una denominada Acta de Compromiso Nacional llamada “Pacto Social”, firmado sin otro conocimiento e intervención que la de los burócratas sindicales y las patronales de la Confederación General Económica. Este instrumento ha anulado, por lo menos hasta junio de 1975, la discusión de los convenios y ha congelado los salarios por igual término.

 

* PRESCINDIBILIDAD

A las promesas de la creación de nuevas fuentes de trabajo y de respeto al derecho de trabajar, sucedió la Ley de Racionalización y Prescindibilidad, que ya dejó a muchos trabajadores en la calle y que como causal tuvo en cuenta, no su condición de “continuistas” de la política de la pasada dictadura, sino más bien su militancia democrática y revolucionaria, de enfrentamiento a las arbitrariedades que se cometieron ayer y que cada vez vuelven a repetirse hoy.

 

* AUTODETERMINACION NACIONAL

A las promesas de defensa de la soberanía nacional, al respeto a la autodeterminación del pueblo expresado en todos los poderes de la organización política, se respondió con una ley de radicación de capitales extranjeros y de reforma de la ley de presupuestos que han tenido plenamente en cuenta las “inquietudes y sugerencias” de Mister Kreebs, encargado de negocios yanquis y, por supuesto, genuino intérprete de los intereses monopolistas extranjeros.

 

* LEY DE ASOCIACIONES PROFESIONALES

A las promesas de una democratización sindical, de favorecer el libre pronunciamiento de las bases, se llevó adelante, ejerciendo una violenta presión sobre los sectores avanzados y combativos del peronismo en disidencia, la Ley de Asociaciones Profesionales. Desde la derecha actuando dentro y fuera del gobierno, se estigmatizó a quienes levantaban como bandera la democracia sindical, se atentó criminalmente contra legisladores, opositores como el caso del doctor Hipólito Solari Yrigoyen, y se concluyó aprobando una legislación fascistoide, cerrada, verticalista, que concentra y da todo el poder a la vieja burocracia sindical conciliadora y entreguista. Las organizaciones obreras, salvo algunas excepciones, agobiadas por un matonaje sin escrúpulos, quedaron enmarcadas aún más en la rigidez de un sistema legal que las subordina a los intereses y conveniencias de los sectores dominantes, perdiendo su independencia de clase, su derecho a la autodeterminación, para oficiar de sucursales más o menos directas de las patronales y de la derecha del oficialismo.

 

* ANULACION DEL DERECHO DE HUELGA

A las promesas de un respeto irrestricto al derecho constitucional de huelga se reimplantó, corregida y aumentada, la política del arbitraje obligatorio, aprobada y ejecutada durante la dictadura de Onganía, que anula el derecho de huelga en forma terminante, facultando al Ministerio de Trabajo a sancionar con la suspensión o retiro de la personería gremial a las organizaciones sindica les que luchen por sus derechos.

 

* LEGISLACION REPRESIVA

A las promesas de sepultar para siempre la odiada legislación represiva y luego de una derogación transitoria que fue jubilosamente saludada por nuestro pueblo, se demandó el derecho a disponer de una ley “fuerte” y se hizo tabla rasa con casi todo lo que se había actuado positivamente. El Código Penal volvió a albergar en su seno, también corregidas y aumentadas las siniestras y oscuras cláusulas de represión política y social que le confieren el nada honroso título de ser una de las más retrógradas del mundo.

 

* LEY UNIVERSITARIA

A las promesas de un régimen legal universitario que tuviera en cuenta la inserción de la Universidad en el seno del pueblo, a su función de principal factor educativo-técnico-científico en esos aspectos para el proceso de liberación, se exhiben pautas que implican retrotraer el funcionamiento y la dirección de la Universidad a un simple apéndice del gobierno y a las conveniencias transitorias del oficialismo de turno.

 

* HEGEMONIA DE LA DERECHA

¿Pero es que la mayoría del pueblo eligió acaso un gobierno de derecha? No, el pueblo no eligió un gobierno de derecha, ni aprobó un programa de derecha. La mayoría del pueblo votó por un programa y una política avanzada, democrática, progresista, por una política de transformaciones revolucionarias.

Mas, a menos de un mes de la asunción del gobierno por el Dr. Cámpora, la masacre de Ezeiza marcó el giro a la derecha, con la preeminencia cada vez mayor de sus representantes, fuera y dentro del gobierno.

Las grandes masas humanas, con la vibrante participación juvenil, fueron salvajemente reprimidas en Ezeiza. La ola de atentados, secuestros y asesinatos, creció día a día.

El juego de la dialéctica semántica cambió el nombre y hasta el significado de las cosas; y los más de siete millones de votos pasaron a “votar” por otras pautas programáticas y de las expresiones públicas se pasó a los “documentos reservados”; y del pluralismo se pasó a la “depuración ideológica”; y de la exaltación de la rebeldía y del espíritu de lucha y revolucionario de la juventud se concluyó con la reprimenda televisiva y la expulsión de los más genuinos y combativos representantes legislativos.

La derecha en acecho contra el contenido y el significado del pronunciamiento popular, fue escalonando alturas. Ya detenta la mayoría de las posiciones y pretende todo el poder. No le importa lo que se dijo, sino lo que se hace; no le importa lo que se prometió sino lo que se realiza. La derecha es pragmática y no romántica. Para ella lo jóvenes pueden hacerse ilusiones, pero deben sufrir la realidad. La realidad violenta y turbulenta de nuestros días, donde la derecha manda y quiere imponerse definitivamente sobre todo.

Titulamos esta nota como “Promesas y realidades”, e hicimos una confrontación de importantes problemas, no de todos por supuesto. ¿Se irá dando esta antinomia? La clase obreras las masas trabajadoras, el pueblo progresista, son quienes harán en definitiva la historia, en su propio interés de conjunto, según aquellas leyes del desarrollo histórico.

Y estas fuerzas más temprano que tarde, rescatarán la identidad de aspiraciones y realidades para que nada vuelva a quedar en promesas. Con la unidad y la lucha de todos los que trabajan, sumando esfuerzos, promoviendo la conjunción básica de sus posiciones e ideales partidarios será posible derrotar a la derecha reaccionaria cada vez más entronizada en el poder. Y así se fortalecerán la democracia y la libertad. Y así se hará retroceder a los personeros de la oligarquía y el imperialismo. Así se irá recorriendo el camino hacia el socialismo. Así el pueblo se dará sus propias promesas y las convertirá en realidades.