2 de Marzo de 1974

 MOVIMIENTO SINDICAL COMBATIVO DE CORDOBA

 Conferencia de Prensa - Ante el Navarrazo

CORDOBA SPORT CLUB

 Los trabajadores y los sectores populares, reivindican como fundamental, como única razón legítima de todo gobierno, el pronunciamiento soberano del pueblo.

La intervención a Córdoba tiene causas que todos conocemos. Pero que no son causas para una intervención.

Desde meses atrás, las fuerzas más retrógradas y oscurantistas comenzaron una política dirigida a consumar la intervención a Córdoba.

El Movimiento Sindical Combativo y otras expresiones obreras y populares, alertaron sobre la posibilidad concreta de que esta escalada de derecha desembocara en la intervención a Córdoba. Y de toda una serie de hechos, asesinatos a militantes obreros y populares como sucedió con el compañero Avila en la C.G.T., con el compañero Damiano, con el compañero Roca, con el compañero Contino y otros. Ataque a las organizaciones sindicales combativas: al SMATA, a la Sanidad, a Luz y Fuerza, a la regional de la C.G.T. Toda una serie de secuestros que se producían a diario y toma de instituciones oficiales como el Banco Social, emisoras radiales, que indicaban que en Córdoba, también estaba madurando ese proceso destinado a enfrentar el pronunciamiento popular de los cordobeses.

Nosotros calificamos lo ocurrido el 27 de febrero, como una síntesis, un resultado de toda esta agresión sistematizada que se produjo contra la clase obrera, contra el pueblo y contra el gobierno de Córdoba.

Calificamos que fue un “pustch” policíaco-burocrático-fascista. Y esta calificación no es de naturaleza subjetiva. Lo que hemos podido apreciar en Córdoba; la toma de la Casa de Gobierno, el encarcelamiento del Gobernador, del vicegobernador, de dirigentes de las 62 Organizaciones “legalista” y los funcionarios, las barricadas y la toma de la zona céntrica por la policía y elementos civiles fascistas armados, la difusión por las tres emisoras de radio copadas de consignas reaccionarias, oscurantistas antipopulares, antidemocráticas y antisindicales, son hechos objetivos que nos dan lugar para calificar este proceso de la forma que lo hemos señalado: policíaco-burocrático-fascista.

Ella es una provincia que desde 1940 no tiene un gobernador elegido por el pueblo —y de los no elegidos también— que cumpla el período constitucional de cuatro años.

En el primer mensaje, que se trasmitió por parte del Poder Ejecutivo Nacional al Parlamento Nacional, se habló de que Córdoba vive un proceso distinto, aislado y de oposición al proceso nacional. Pero esto es falso y es tendencioso. Córdoba vive el proceso nacional. Córdoba es parte de la Patria Argentina. Pero vive el proceso nacional con un concepto de avanzada. No de aislamiento. Sintetiza en su tradición, en sus luchas obreras y populares, en su resistencia a la dictadura, sintetiza esta nueva conciencia política democrática, popular y revolucionaria que ha de abarcar todo el territorio nacional y que se expresa en nuestros países de América Latina.

Sí, las razones de la intervención a Córdoba son éstas que hemos enunciado. Y es producto de esta intervención el “pustch” policíaco-burocrático-fascista, los cordobeses no quieren hacer otra cosa que rechazar a esta intervención.

Se habla de que la intervención va a venir a pacificar, a poner orden y para que se trabaje en Córdoba. Nosotros decimos y repetimos que no hay paz que no esté basada en la justicia. En la justicia global que hace a los derechos humanos, económicos, sociales y políticos y culturales del hombre. Y no podemos decir que Córdoba viva de esos derechos, ni podemos creer que el resultado que de esta intentona fascista, con sus planteos equilibristas, vaya a arrojar la vigencia en plenitud de estos derechos. De ahí que el primer punto del Movimiento Sindical Combativo, cuya mesa está aquí, con los compañeros de Viajantes, compañero Campbell de Viajantes, compañero Leiva del SMATA, compañero Malvar de Gráficos, compañero Canelles de la Comisión provisoria de la Construcción, compañero Vila de Perkins y otros compañeros, compañeros del Caucho, compañeros del Movimiento Sindical de Base, Intersindical y las distintas agrupaciones, sea terminante en esto y entienda que interpreta la posición de la inmensa mayoría del pueblo de Córdoba.

El segundo aspecto, el Movimiento Sindical Combativo señala, que es necesario enjuiciar y castigar al teniente coronel Navarro y a todos sus cómplices. Señalamos que sobre éstos se está tendiendo un manto de olvido. Que a pesar de algunos planteos judiciales, durante el período posterior a la semana del 27 de febrero, ante una resolución, una expresión de anhelos —digamos así— del Parlamento Nacional, desde el cual se plantea el enjuiciamiento de Navarro por delito de sedición, no se ha procedido aún en consecuencia.

Y nosotros exigimos que así se proceda. El delito de sedición existe concretamente. Además existe el delito de entrenar y armar a civiles fascistas, de amparar un cónclave antidemocrático, llevado a cabo en el campo de Alta Gracia, por la minoritaria burocracia sindical traidora de Córdoba. Y señalamos también, que los sostenedores de Navarro, que son los sostenedores de la quiebra de la legalidad democrática e-n todo el país, pretenden presentar lo como héroe nacional y también, como ha sucedido recientemente, catalogarlo, desvergonzadamente, como libertador de Córdoba. Por otras vías se dice que se puede plantear un indulto, un sobreseimiento, una absolución. Nosotros creeríamos que esto es una burla al pueblo de Córdoba. Y que quienes han quebrado con la institucionalidad que tanto se defiende, desde las propias filas de la dependencia policial, deben ser castigados. No puede admitirse, lo mismo que dijo Navarro en un reportaje de un diario de Buenos Aires, que el subversivo, el sedicioso era Obregón Cano porque atentaba contra la profesionalidad de la policía. Resulta que en este país, repitiendo tiempos como los de Onganía, los sediciosos o los subversivos serán aquellos que levanten el respeto democrático a la voluntad del pueblo y los legalistas, los constitucionalistas serán aquellos que deponen, encarcelan o secuestran a sus gobernantes y proclaman doctrinas que son repudiadas por el pueblo, en el sentido de su corte corporativista y fascista.

En tercer término el Movimiento Sindical Combativo ratifica el desconocimiento de todo lo actuado por el denominado Plenario minoritario y burocrático en el camping de Alta Gracia. Su repudio a la convalidación que pretendió hacer el ministro de la burocracia, Ricardo Otero, a ese cónclave usurpador de la auténtica representatividad de los trabajadores de Córdoba. Señalamos que todo lo actuado en el Plenario, sus resoluciones y toda la actividad que desarrolla la denominada C.G.T. de Bárcena, es desconocida en términos absoluto por nuestras organizaciones. Y a su vez, para recuperar una auténtica representatividad del movimiento obrero de Córdoba, en la C.G.T., planteamos en coincidencia con lo expresado públicamente por las 62 Organizaciones “legalista”, la necesidad de un auténtico y democrático Plenario, donde participen todas las representaciones sindicales de Córdoba. Que se haga en el local de la C.G.T., con el concurso y la participación de los trabajadores tal cual se hacía en el tiempo en que la C.G.T. combativa luchaba, sacrificada y heroicamente contra la dictadura militar. El refugiarse en un camping. El actuar con toda la custodia proporcionada por el sedicioso Navarro y sesionar sin el quórum necesario, descalifica en el terreno estatutario, legal y moral a los burócratas encabezados por Bárcena y secundados por Hernández, miembro del ex-Consejo Asesor de Carlos Caballero. El Movimiento Sindical Combativo levanta la consigna de una C.G.T. unida y combativa. Integrada en su conducción por el peronismo combativo de las 62 Organizaciones “legalista”, por los gremios independientes y no alineados. Independientemente de las personas, pero con una composición que responda a la tradición de lucha de las organizaciones obreras y con una programática que continúe reivindicando las aspiraciones fundamentales de los trabajadores y el proceso de Liberación Nacional y Social Argentino y Latinoamericano. O sea que planteamos la recuperación de un organismo de los trabajadores para los trabajadores.

En cuarto lugar —y esto tiene simplemente un orden enumerativo, ya que los puntos son de simultánea aplicación— el Movimiento Sindical Combativo reclama la convocatoria inmediata , la realización en término de noventa días de elecciones para gobernador y vice de la provincia de Córdoba.

Todo lo que hemos dicho en cuanto a que la intervención no representa a Córdoba, está basado en la necesidad de restaurar específicamente la capacidad popular de determinar quienes deban ser sus gobernantes, está ligado a que debe llamarse en forma inmediata a elecciones en esta provincia.

Córdoba ha sido intervenida pero no debe permanecer intervenida. Para eso hemos de luchar el Movimiento Sindical Combativo en conjunción o al menos en coordinación con las demás fuerzas populares, democráticas, avanzadas del campo obrero, sindical, político, estudiantil, para que esto se lleve adelante. De ahí el cuarto punto por la inmediata convocatoria y realización de elecciones en un plazo de noventa días.

El punto quinto que levantamos se refiere a la libertad de los presos políticos y sociales. Esperábamos que en Argentina, después del 11 de marzo, y tal cual lo votó la inmensa mayoría de nuestro pueblo, no existieran más persecuciones de orden político, de orden social y menos que hubiera militantes populares represaliados, por una política represiva que está encaminada a satisfacer las reclamaciones de la derecha. Muchos son los compañeros, con nombre y sin nombre, conocidos y anónimos, que han caído presos y que por la presión popular, por la lucha popular han recuperado su libertad. Algunos de ellos la han recuperado bajo el título de excarcelación y son sometidos a proceso. Otros continúan presos. Nosotros reclamamos la libertad de los presos en Córdoba y en el orden nacional. Y ponemos énfasis reclamando —pero igual para todos— en la libertad del compañero Cande, involucrado en un supuesto complot que el propio presidente de la Nación, de forma indirecta, desautorizó. Es que los organismos represivos, a quienes se incorporaron Villar y Margaride, responden en general a la política represiva contra todo lo popular y democrático, avanzado y revolucionario. Porque no es casual que ninguno de la derecha caiga preso, aún cuando hay sobradas razones para que vayan a la cárcel. El gran sedicioso de esta inconstitucionalidad, el teniente coronel Navarro, no sólo está libre sino que recibe singulares condecoraciones, mientras Cande y otros compañeros de todo el país y en Córdoba, están presos.

El punto sexto del Movimiento Sindical Combativo levanta la plena vigencia de un proceso democrático y popular. La plena vigencia de las libertades democráticas y públicas. La libertad de reunión, la libertad de expresión, la libertad de prensa y demás atribuciones democráticas del pueblo. Y al levantar eso, también reclama la derogación de la legislación represiva. De esa legislación represiva, reimplantada en gran parte en el Código Penal, y llevada adelante diariamente, cotidianamente por los organismos de la represión. Reclama la derogación del decreto que prohibió el diario “El Mundo”. Reclama y repudia los atentados contra el diario “Noticias”; los ataques vandálicos contra el diario “La Voz del Interior” como así también, contra los semanarios como “Militancia”, “El Descamisado” y otros.

Vemos que en general en el país se da toda una serie de hechos que tomando distintos aspectos del quehacer nacional, marcan una política hegemónica de la derecha destinada a quebrar la libertad democrática y a instaurar una dictadura profascista, corporativista al estilo de Onganía.

En el punto séptimo, ratificamos nuestra posición contra el Pacto Social. El Pacto Social naufraga a pesar de las patronales, a pesar del capitalismo dependiente asociado al Imperialismo, al propio Imperialismo y a la burocracia.

Tenemos como muestra de lo que es el Pacto Social esta larga serie de reuniones, de la denominada Gran Paritaria Nacional, en la cual se discute si el aumento va á ser de 5 % o del 8 %, de 1 5.000 o de 20.000 pesos. Los representantes —entre comillas— obreros, ya han dado el aval al aumento de los precios, porque el problema para ellos ya no está en los precios. Discuten hasta 3 puntos —le llaman ellos— sobre el aumento salarial. La propia burocracia que solía apelar al Comité Central Confederal, la burocracia qué en boca de Otero, habla de que es un proceso democrático, no ha convocado siquiera al Comité Central Confederal. No sólo para una resolución —que es lo que correspondería— sino para tener la opinión de cuánto debe ser el aumento de salarios para los trabajadores. Lo vemos, evidentemente, en el Ministro de Economía, con la C.G.E. deliberando en secreto sobre nuestros salarios, sobre los salarios de los trabajadores, sobre el nivel de vida de la clase trabajadora. Lo vemos reclamando arbitrajes, que —según las noticias— le han sido negados y los vemos caminando nuevamente hacia las patronales, para renegar de su misión y entregar el nivel de vida de la clase obrera a la política, que no es de la clase obrera, sino que es de los patrones.

El Movimiento Sindical Combativo fija como monto mínimo para el salario inicial doscientos mil pesos. Sostiene que el aumento de emergencia debe ser de sesenta mil pesos para todos los trabajadores activos y jubilados, y que deben discutirse libremente los convenios colectivos de trabajo; o sea hacer funcionar lo que también es parte de esta legalidad cual sería la vigencia de la ley 14.250.

El punto octavo se refiere a la ratificación del pronunciamiento contra la ley de Prescindibilidad. Y el repudio a la prórroga que pretende plantearse, llevando la inestabilidad de los trabajadores hasta el 3 1 de diciembre de 1974.

Resulta paradójico que en un gobierno denominado popular, por tantos meses y más de un año, centenares de miles de trabajadores no tengan, al menos, su estabilidad asegurada. Son centenares de miles de compañeros que viven bajo el mal humor, la discrecionalidad, el capricho, la discriminación política de los funcionarios. Y ya tenemos pruebas concretas de lo que sucedió en IME, en Córdoba; de lo que está sucediendo en el Banco de la Nación Argentina, donde los trabajadores, al mismo tiempo que enfrentan la política cómplice de la burocracia de la Asociación Bancaria, desarrollan una lucha en defensa de su estabilidad que va proyectándose cada vez más.

Nosotros damos nuestra solidaridad y ponemos como ejemplo la lucha de los compañeros bancarios. Y señalamos también, las denuncias que han surgido de los compañeros de Vialidad Nacional, de los compañeros de la Junta Nacional de Granos, que denuncian el avance de esta ley de Prescindibilidad, que va atacando el más elemental derecho de los trabajadores, que es el de poseer un salario para su subsistencia propia. A su vez, señalamos también que quienes apoyan a la Intervención, que quienes la han impulsado, señalaban por las radios que debe en Córdoba cumplirse el Pacto Social; que debe en Córdoba, llevarse adelante la ley de Prescindibilidad. Los trabajadores estatales provinciales de Córdoba están considerando la posibilidad de funcionar coordinadamente para enfrentar la prescindibilidad que amenaza también a los estatales provincia les y municipales.

El punto nueve es la plena democracia sindical de base. Declaramos nuestra solidaridad con los compañeros metalúrgicos de ACINDAR y de otras empresas de San Nicolás, que mediante una acción decidida y combativa, después de cuatro años de intervención de la burocracia, enfrentaron a quienes pretendían represaliar a los delega dos, a la Comisión Interna y lograron un compromiso para que el gremio elija, como corresponde, a sus representantes. A su vez, en Córdoba, tenemos a los compañeros municipales que están intervenidos, a los compañeros de la Sanidad que hicieron una elección y no se reconoce el resultado de la elección y permanecen, también intervenidos. Por eso reclamarnos en esto la normalización de todas las organizaciones intervenidas, con un criterio de pleno respeto a la democracia sindical.

Por último el Movimiento Sindical Combativo declara su solidaridad por los derechos democráticos del movimiento estudiantil. Identifica con sus reclamaciones, en relación a vanos aspectos de la lev Universitaria; en el sentido de haber sido colocados en una situación franca mente minoritaria; en el sentido de prohibir la actividad proselitista, que le llaman, o sea, prohibir la libre expresión de las ideas en los claustros universitarios que constituye una aberración contra toda práctica democrática. Y al solidarizarnos con los compañeros estudiantes levantamos la vieja consigna de la unidad obrero-estudiantil para la lucha en común por todas estas reivindicaciones.

Para llevar a la práctica esta protesta, esta lucha, por estos diez puntos fundamentales, el Movimiento Sindical Combativo de Córdoba ha convocado, como primer paso, a un acto público el día jueves 28 del corriente, o sea el día jueves próximo en el local del ex Córdoba Sport Club a las 20 hs., donde se pondrán a consideración estos diez puntos.

Luego se continuará c toda la tarea esclarecedora, agitativa y de lucha para que estos diez puntos puedan ser materializados tal cual nosotros lo aspiramos.

Hacemos una convocatoria, una invitación a todo el movimiento obrero, a los partidos políticos, a las organizaciones estudiantiles, a las organizaciones sociales de todo tipo, para que adhieran, para que participen de este acto y de toda esta campaña que iniciamos hoy y que vamos a desarrollar permanentemente a través de reuniones, a través de asambleas de actos conjuntos con el movimiento estudiantil y de medidas de acción directa del campo obrero y popular para que Córdoba recupere su autonomía, para que se recupere la C.G.T. para los trabajadores, para que se respeten los derechos obreros y populares y para contribuir a lo que es fundamental para nosotros, que es el proceso de Liberación Nacional y Social Argentino.

Esto es compañeros, lo que corresponde en primera instancia. Luego los compañeros también ampliarán sus puntos de vista y quedamos ante el periodismo a su disposición para las preguntas o aclaraciones que quieran formular. Nada más.

 

AGUSTIN TOSCO