25 de Mayo de 1971 

CARTA DESDE EL PENAL DE DEVOTO 

Buenos Aires, Penal de Villa Devoto, 25 de mayo de 1971 

Compañeros y compañeras:

                                            Un imperativo de mi conciencia y de mis sentimientos me llama hoy a escribir estas breves líneas dirigidas a todos ustedes.

Ya se conmemora el segundo Aniversario del 29 y 30 de mayo, días gloriosos  del Cordobazo. Hecho histórico sin precedentes por sus características en la lucha popular por la defensa de la dignidad y de los derechos de los trabajadores, de los estudiantes, de todos los hombres y mujeres que en Córdoba se levantaron heroicamente contra la injusticia y la opresión.

Toda Córdoba popular fue en esos días, como una irrupción volcánica de vibrantes y tumultuosas protestas y acciones contra un régimen decadente y regresivo enraizado en las concepciones oscurantistas del pasado medieval y corporativo.

Todo Córdoba popular fue la respuesta concientizada y valiente a los sucesivos y reiterados atropellos de una Dictadura infame, que ya había segado la vida de Pampillón, Nilda Guerrero, Cabral, Bello, Blanco y otros mártires sin nombre y que pretendía continuar impunemente a contramarcha histórica a despecho de las inviolables leyes del desarrollo de la sociedad humana.

Y en esa lucha para que el hombre fuera reconocido como hombre; para que el hombre no fuera tratado como un objeto o como ser irracional domesticado; para que el hombre tuviera derecho a pensar, a obrar, a construir y a soñar con todo lo que puede hacer individual y colectivamente para su bien y para una vida más digna y más plena; en esa lucha se desataron nuevamente las fuerzas negras de la represión y se lanzaron una vez mas a bloquear violentamente las justas aspiraciones populares, y cayó Máximo Mena con su joven corazón destrozado y sus veintidós años de vida desparramados en el pavimento, y cayeron decenas, y cientos fueron presos, y muchos condenados y llevados a inhóspitas regiones.

Pero Córdoba había triunfado. Había escrito una página para la Patria, para Latinoamérica, para la sacrificada historia hacia la redención social.

Los usurpadores del poder fueron conmocionados, perturbados y confundidos. Había temblado hasta en sus cimientos la vieja estructura que pretendían consolidar. Los vigorosos brazos de un pueblo joven levantaron con decisión enérgica las flamantes banderas de la Justicia Social, de la Soberanía Popular y de la Liberación Nacional, y Presidentes de Ipso, Ministros de Facto y Gobernadores de Facto se fueron sucediendo en el ensayo inútil y grotesco de rearmar el rompecabezas de un sistema desvertebrado para siempre.

Esa profunda e histórica significación del Cordobazo es la que merece nuestro homenaje. Porque el ejemplo del Cordobazo ilumina el futuro de la Liberación Argentina.

Los que no quieren cambiar solo les queda la opción de elegir el camino por donde tratarán de retroceder más lentamente. Ahí y todo el pueblo seguirá adelante. Las ilusiones y los espejismos fabricados por los expertos del engaño ya no cuajarán ni en las pupilas infantiles.

Sabremos lo que queremos y como hacer para conseguirlo. Sabremos lo que queremos y que la trayectoria es muchas veces de esfuerzos y de sacrificios, pero ahí está la razón de ser de nuestra vida, el sentido de nuestra vida, lo valioso de nuestra vida.

Compañeras y compañeros: Estas breves palabras que siento muy profundamente son las que quería transmitirles y que deseo de todo corazón que puedan llegar a ustedes.

 

Un gran abrazo para todos: Agustín José Tosco