13 de Octubre de 1972

IMAGEN

Pergamino

EL TOSCAZO

 Lo del lunes con Tosco fue apoteótico. Casi un millar de personas apretujadas en la sala ferroviaria, de pie, puestas espontáneamente, como respondiendo ha una prevista consigna, aplaudiendo rabiosamente por no menos de una decena de veces, muchas de ellas con los ojos vidriosos por un irrevocable sentimiento que embarca al conjunto; el brazo derecho con el puño cerrado que se levanta y dos retumbantes gritos multitudinarios: “¡ viva la clase trabajadora!” “¡Viva la liberación nacional y social Argentina!”. Coreados estentóreamente son para poner los pelos de punta a cualquiera. Máxime en esta gratificante “ pampa del maíz”, donde los conflictos sociales no adquieren la dimensión ni envergadura de los conglomerados obreros fabriles. Por consecuencia los hervores ideológicos son aislados; no tantos como suponen quienes lo albergan, ni tampoco como pretenden los partidarios del “no-cambio”.

No obstante, esta tensión catalizadora ocurrida en torno a la voz y figura del caudillo gremial independiente de tono más acusador que se puede detectar en el actual panorama Argentino, estría invocando la necesidad de renovación que es palpable en el escenario político al agotamiento de los líderes añejos y hasta el giro a la izquierda que embarga considerables sectores de las nuevas –y no tan nuevas- generaciones. Sin pecar de prospectivos, bien pueden afirmarse que el sindicalismo militante y combativo, junto a otros sectores de signo popular, está generando un alternativa de poder, que con elecciones o sin ellas, parece nutrir sus raíces en las gestas populares ocurridas especialmente a partir de mayo de 1969. Poniéndose en disposición de disputar arraigos y liderazgos a los movimientos sociales masivos más precisamente, el peronismo oficial y el radicalismo de Balbín.

Dejando la exigencia para mejor oportunidad y recordando la convalidación que la presencia de Tosco en pergamino otorgó el N° 9 de IMAGEN, que estampó su efigie desde la portada, parece más conveniente recoger, si quiera fugazmente, algunos conceptos definitorios de la encendida verba tosquista: