12 de septiembre de 1970

                                                                                                                                                    

HOMENAJE A SANTIAGO PAMPILLON  

Centro de Estudiantes de Ciencias Médicas de Rosario

4° Aniversario de la muerte de Santiago Pampillón 

Compañeros y compañeras, estudiantes rosarinos, es para nosotros, los trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba, para los gremios independientes de Córdoba un gran honor, una gran satisfacción poder participar de este emocionante homenaje que el Movimiento Estudiantil de Rosario, rinde al primer mártir del movimiento obrero y del estudiantado, inmolado por la feroz represión a las luchas estudiantiles que desde el día lunes en Córdoba se manifiesta en actos, homenajes, ocupaciones, etc., reivindicando la razón y el sentido de la lucha en particular de Santiago Pampillón, que cayera alevosamente baleado por la policía el día 7 de Septiembre de 1966; que estuviera en agonía en el Hospital de Urgencia de Córdoba, sustraído de los estudiantes y del pueblo hasta el día 12 de septiembre en que falleció. Y venimos también en particular a traer nuestro reconocimiento de hermanos argentinos a todos los que luchan en el país y particularmente en Rosario, por las grandes consignas que levanta el movimiento popular, todos los sectores populares que son la conquista por parte del pueblo de la Justicia Social y de la liberación nacional. Traemos este reconocimiento porque cuando nos encontramos con compañeros que están en la lucha crece nuestra esperanza, nuestra fe y nuestro entusiasmo para perseguirla, y cuando hace cuatro años cayó un joven obrero y estudiante, bajo la feroz represión y hoy nos reunimos para reivindicar esa gloria del movimiento obrero y estudiantil, le estamos enseñando a la dictadura y al sistema que pese a todas las represiones, que pese a todos los Pampillones, el pueblo está firme y decidido a construir su destino por más represión que se aplique. Entonces, esto es un homenaje a Santiago Pampillón, pero también es una ratificación de la continuidad de nuestra lucha. Continuidad que se plantea en Córdoba, que se plantea en Rosario, en La Plata, en distintos lugares del país. Donde la juventud que es el porvenir de nuestro pueblo, que es la dinámica esencial de nuestro pueblo no acepta la sumisión, no entra en el juego del participacionismo que también pretende introducirse en la Universidad y cada vez con más fe y con más profundidad concientiza su programa reivindicativo para llevarlo adelante inexorablemente. En este homenaje a Santiago Pampillón, no podemos olvidar los momentos acaecidos en Córdoba en esa semana de septiembre de 1966. Onganía vivía aún en esa prefabricada expectativa esperanzada por ese denominado “consenso táctico” que él tomaba como un mandato surgido para usufructuar el poder. Tenía como Ministro del Interior a un cordobés, el Dr. Martínez Paz, -que por ironía era profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Nacional de Córdoba- y tenía en Córdoba un gobernador de la vieja oligarquía cordobesa, el Dr. Ferrer Dehesa.

La expectativa esperanzada, el consenso táctico que en alguna medida se había producido en Córdoba, quedó completamente desnudada por el alevoso asesinato cometido contra Santiago Pampillón, quedó quemada ante la lucha del  estudiantado y del movimiento obrero que en las calles demostraban su repudio a la política universitaria, a la política económica que tenía como exponente al embajador plenipotenciario ante los EE.UU de Norteamérica, el Ingeniero Álvaro Alzogaray. Y esa manifestación de resistencia que se planteó, desnudó la imagen auténticamente represiva de la dictadura. Por que Pampillón no cayó en una batalla preparada por el estudiantado. Cayó en una manifestación de protesta alevosamente baleado por la espalda por un policía. Por que Pampillón fue sustraído del calor popular e internado y conducido a Mendoza, para evitar mayores exteriorizaciones, pero de cualquier manera se produjeron por la vía de huelgas de hambre, por la vía de continuidad de los paros de los estudiantes o incluso, cosa difícil en estos momentos, por la política conciliadora de las direcciones obreras, incluso se expresó en un paro de actividades en Córdoba que fue sancionado por el Plenario de Gremios ante una moción de nuestra organización. Y ese propio Plenario de Gremios destacó una delegación que fue a Mendoza a acompañar los restos de Santiago Pampillón. Delegación que tuve el honor de integrar. Y fuimos a Mendoza a la casa humilde de los padres de Pampillón. Por que Pampillón era la síntesis de lo que es el militante revolucionario: el hombre que trabaja y estudia y que quiere construir en su país y en si mismo está logrando esa unidad que tanto pregonamos, que es la unidad del movimiento obrero y la unidad del estudiantado...

Cuando fuimos a Mendoza a esa casa humilde, pudimos comprobar la adhesión popular a la lucha estudiantil, todos conocemos las dificultades tradicionales que existen en Mendoza para este tipo de exteriorizaciones. Sin embargo – y tenemos una película adquirida a un noticiero - mas de 3000 personas acompañaron los restos de Pampillón, la mayoría estudiantes, estudiantes secundarios y universitarios, y eso que se había establecido el horario de 17 y 30 para el sepelio y a las 16 y 30 ya se adoptaron medidas policiales para trasladar el féretro al cementerio de Mendoza. De allí recogimos, hablando con los estudiantes, esa ansiedad, ese deseo de todos para que las cosas mejoraran en nuestro país, para que fuera reconocido el derecho del pueblo y de ahí surgía el primer gran enfrentamiento en el Movimiento Obrero con los sectores participacionistas. De casualidad en esa misma oportunidad nos encontramos en Mendoza con Jerónimo Izetta, que fue increpado por los estudiantes, por que la CGT en esa oportunidad no había dado un comunicado, - como no puede dar, no dio y no da comunicados sobre los grandes problemas que afectan los derechos humanos en Argentina.- Y el compañero Izetta señaló que la representación de la CGT Nacional estaba dada por la CGT de Córdoba. O sea que ante el justo reclamo de los compañeros estudiantes por la ausencia de la CGT, en la condena al asesinato de Pampillón, deriva sus responsabilidades – como suelen hacerlos reiteradamente – en este caso en la CGT de Córdoba. Izetta como tantos otros representantes y representa la vía conciliadora del movimiento obrero, la vía al servicio del sistema, la vía de la domesticación de nuestro pueblo. Y allí se comprobó y se comprobó a través de toda su trayectoria. Pero volviendo al caso de Santiago Pampillón, desde ese momento su nombre fue un símbolo, fue una bandera, fue un programa para la liberación nacional. Y en los años sucesivos siempre con firmeza cada vez más evidente, se ha conmemorado el sacrificio de Santiago Pampillón. La dictadura entendía que era posible aplacar la rebelión del pueblo por ese método y lo aplicó en gran medida. El 14 de Diciembre de 1966, fue posible lograr que se decretara un paro general de actividades, cumplido por todo el movimiento obrero. Las bases - como siempre el auténtico trabajador unido en su reclamo con el estudiantado y con las fuerzas profesionales - exigía la continuidad de ese plan de acción. Y el 1° de Marzo de 1967 fue decretado día de paro general, con un plan de lucha que nacía el 22 de Febrero de 1967, con concentraciones, manifestaciones y una serie de medidas que exteriorizaban la protesta del pueblo y en particular de la clase obrera. En esa oportunidad hicimos una manifestación en Córdoba, se nos reprimió y varios fuimos presos y el 1° de Marzo de 1967 cumplimos el paro general pero la dirección de la CGT claudicó.

Cuando con mas fuerza se descargó la represión contra el movimiento obrero, por que fue en aquella oportunidad que Uds. recuerdan, que ya habían hecho la experiencia de avasallar al gremio portuario, de encarcelar al compañero Tolosa, mientras Francisco Prado, lamentablemente de Luz y Fuerza también iba al festival de Cosquín a comer unas empanadas y a tomar unos vinos, mientras los compañeros portuarios tenían que soportar la represión policial, las topadoras que les tiraban abajo sus casillas. Y el 1° de Marzo ante todo ese avance de la dictadura se realizó el paro. Pero la dictadura descargó sobre el movimiento obrero las intervenciones a los sindicatos mas combativos. Intervino FOTIA, intervino Prensa, intervino QUÍMICOS, intervino TELEFÓNICOS. Sancionó a los trabajadores con días de suspensión. Intervino UNIÓN FERROVIARIA, y a los compañeros de Unión Ferroviaria se los rebajó de categoría, se los rebajó de sueldo y se los obligó a cumplir las mismas funciones que venían desempeñando. Se dejó cesante a toda la comisión directiva y al compañero Prado, que en los congresos de Luz y Fuerza cuando nosotros acusábamos a San Sebastián, a Krieger Vassena – que era el nuevo Ministro de Economía – quería resolver la cuestión diciendo que había que tener cuidado con estos porque con estos no se podía jugar. El se ve que estaba acostumbrado a jugar a los paros, a jugar a las reivindicaciones y al ver que el sistema a través de sus representantes mas reaccionarios se ponía duro, ya tenía y no quería más jugar, pero tampoco quería más pelear como lo demostró. Ese año de 1967, transcurrió con la represión acentuada en una serie de medidas que nos afectaban a todos, que afectaban al pueblo en general, que en la política económica significaba congelación de salarios, significaba congelación las retribuciones de jubilados y pensionados. Que acrecentaba la desocupación, que favorecía a la desnacionalización de las empresas, que reprimía al movimiento estudiantil introduciéndose en sus centros, en sus organizaciones; que instauraba una política universitaria cada vez mas oscurantista y reaccionaria; mientras que por otro lado la comisión de delegados de la CGT que reemplazó a Prado por haberse quemado, en todas esas acciones claudicantes, programaba un congreso para normalizar la Confederación General del Trabajo. Y ese congreso fue programado para los días 28, 29 y 30 de marzo de 1968. Y nosotros levantamos la bandera de que en ese congreso, debían participar en un sitio de honor los compañeros y los sindicatos que habían sufrido la represión de la dictadura. Sin embargo la política de los participacionistas de Alonso de los dirigentes de Vandor fue que había que aceptar que había que hacer un congreso con los únicos que eran reconocidos y que como máximo a los compañeros que habían sido sancionados, reprimidos, perseguidos, intervenidos, esos compañeros podían tener como máximo vos y no podían votar. O sea que aquellos que se habían jugado más contra la política que nos espoleaba, que nos atropellaba y nos ofendía a todos, esos tenían que quedar al margen del congreso. Pero el movimiento obrero, que pese a todas las claudicaciones, pese a las derrotas transitorias, siempre ha salido adelante, con los intervenidos, con los sancionados, con quienes no estando intervenidos o sancionados los sentíamos solidarios con esa actitud y exigíamos que esos compañeros participaran en un sitio de honor dentro del congreso. Con eso se ganó al participacionismo, al dialoguismo en el congreso del 28,29 y 30 de marzo de 1968 y se convocó a todo el movimiento obrero a través de la CGT de los Argentinos, a la lucha contra la dictadura, a la lucha contra las monopolios, a la lucha contra el imperialismo, a la lucha, a la gran lucha por la liberación nacional...

Y así fue que fracasó ese intento de instrumentar al movimiento obrero como base política para la salida, a la perpetuación de la Revolución Argentina. Todos nos acordamos que Onganía hablaba de que quería un movimiento obrero representativo. Lo dijo en distintas oportunidades, lo dijo en una oportunidad visitando Fíat, en Córdoba. Pero la representatividad era una representatividad condicionada a su dependencia a la política comunitaria y neo-corporativista que llevaba adelante, Onganía y Borda, nuevo Ministro del Interior.

Esta nueva agrupación del movimiento obrero, recorrió el país con un gran concepto que nosotros continuamos levantando, “el de la unidad de todos los trabajadores piensen como piensen, tengan el color partidario que tengan, profesen la religión que profesen”. Unidad que significó Villa Quinteros en Tucumán, Villa Ocampo en Santa Fe, Ensenada en Bs.As., Comodoro Rivadavia en Chubut, etc. Unidad que demostró que este es el camino del pueblo argentino para poder lograr su liberación, unidad que nos hace superar circunstanciales diferencias o matices en nuestras opiniones, pero que nos unifica en los objetivos comunes que nos trazamos. Unidad que por todos los medios se trató y debe tratarse de llevar adelante pese a todos los conciliadores. Y fue que el pueblo con trabajadores, con estudiantes, con fuerzas cívico-populares, con los Sacerdotes del Tercer Mundo que levantaron grandes consignas de liberación, relacionándose con los problemas del pueblo y no relacionándose con los sacerdotes reaccionarios al servicio de la oligarquía, constituían ya en la práctica ese gran frente para la liberación que todos los argentinos debemos postular. Y fue el 2° aniversario de la dictadura, 28 de junio de 1968 que se realizaron manifestaciones en distintos lugares del país. Se realizaron en Buenos Aires, en Rosario, en Córdoba. En Córdoba esa noche tuvimos 322 detenidos por la policía al ser impedida la realización del acto frente a la CGT, como eran sucesivamente prohibidos todos los actos del movimiento estudiantil. Nos aplicaron rigurosa y consecuentemente una violencia. Violencia que hizo correr nuestra sangre de estudiantes y nuestra sangre de trabajadores. Violencia que hoy condenan. Violencia que hoy quieren impedir cuando ellos son los principales causantes y artífices de la violencia institucionalizada y de la violencia que se aplica todos los días contra el pueblo argentino. Entonces, esa violencia impedía que pudiéramos hacer un acto y a cada acto que acudíamos teníamos los perros, los caballos, los gases, los policías, etc. Y nuestros compañeros iban presos ¿y por que? Por que queríamos unirnos, por que queríamos discutir nuestros derechos, por que queríamos oponer una política popular a la política reaccionaria. Por eso se nos golpeaba, por eso se nos atropellaba, por eso se nos encarcelaba. Y con ese método, por esa vía creían ellos que iban a aplastar la rebeldía, el espíritu de justicia de nuestro pueblo. Poco tiempo después, en Septiembre de 1968, en Córdoba se resuelve realizar una semana de homenaje a los mártires populares. Ya Hilda Guerrero había caído en Tucumán, una trabajadora, una madre argentina, una delegada sindical, que reclamaba trabajo y pan para sus hijos, también cayó ante las balas de la policía, en una pacífica manifestación, el compañero Aravena, cayó bajo las balas policiales, con una bala inserta en la columna vertebral que hoy, en Córdoba lo mantiene, lamentablemente paralítico y que el gobierno lo subsidia con 10 mil pesos mensuales, para tratar de redimir tal ves el crimen que cometió con este compañero de 23 años que continúa estudiando, con este compañero que recibe la solidaridad de todos los estudiantes y de los trabajadores pero que está paralítico en su cama por una agresión alevosa que fue cometida por el régimen de represión. Y cayeron compañeros presos nuevamente. Y cada vez se acentuaba mas el propósito de introducir con política comunitaria, nos hablaban de un nuevo tipo de democracia nos hablaban de un nuevo tipo de representatividad, en la práctica querían trasladar hechos superados y repudiados a través de la historia, como el fascismo, el nazismo, el falangismo en una experiencia nueva para Argentina de forma de consolidar el sistema y de evitar que el pueblo resolviera realmente  los problemas del mismo y del país... Y fue en Córdoba donde esta experiencia neo-corporativista quería llevarse adelante con bombos y platillos; el Dr. Carlos Caballero que realizaba el saludo romano en su juventud, creó el Consejo Asesor, ya el pueblo tenía una forma nueva de manifestar su voluntad. Un Concejo Asesor con nuevas representaciones de los cuales muchos eran empresarios y uno de la clase trabajadora; que a su ves eran escogidos por el gobierno y  no tenían el carácter de representativos, era la elite, era el grupo de la minoría selecta que iba a resolver todos los problemas para que ese pueblo ignorante, para que ese pueblo sumiso marchara por el camino que ellos le trazaran. Y fue en la reunión de Gobernadores de Alta Gracia donde Onganía trató de darle el aval definitivo a esa política de los Consejos Asesores y se fue en automóvil y se fue con Caballero y penetró a la reunión de los gobernadores del brazo de Caballero, para decir: este es mi ejemplo de gobernador y éste es el ejemplo que políticamente debe continuarse en todo el país, por que nosotros queremos un país comunitario, un país que tenga un proceso donde los sectores del pueblo eleven su nivel de vida, sino un país donde el proceso de los sectores populares se integre a la política de los grandes monopolios, a la política del imperialismo. Una estratificación de la sociedad que impediría llevar adelante este proceso de liberación y de rendición humana. Y entramos entonces al año 1969, donde la imagen de ese compañero que hoy le rendimos homenaje, iba cruzando la historia, y manifestándose cada ves mas vibrante en la expresión de quienes luchaban. Y esa política represiva que tendió a comprimir la rebelión del pueblo fue acentuada hasta el grado inconcebible de atacar las manifestaciones estudiantiles a balazos. Y atacar al movimiento obrero no solo en sus protestas públicas sino en todos sus derechos. En Córdoba, se anuló la ley del sábado inglés, que regía desde 1932. No se reconocía la antigüedad de los compañeros del transporte por el solo hecho de cambiar de empresa; se aplicó la denominada quita zonal, colocando en situación distinta en situación desventajosa a los compañeros trabajadores por el solo hecho de estar en el interior del país y fue así que estas medidas originaron que el 4 de mayo una asamblea del Sindicato de Mecánicos se pronunciara por la lucha y saliera a manifestar a la calle su protesta y fuera reprimida por la policía, violentamente, existiendo varios detenidos. Nosotros el 1° de mayo participamos en un acto en la Ciudad Universitaria, en Córdoba, en plena coincidencia con el F.E.L que se denominaba en ese momento, Frente Estudiantil en Lucha en el cual se agrupaban distintas tendencias del movimiento estudiantil cordobés, y se sentía la opresión y el atropello sobre todos los derechos. Se veía al Concejo Asesor deliberando y resolviendo al margen del consentimiento incluso del pueblo no solo de su voluntad o de su mandato. Y fue cundo continuando la lista de mártires el 15 de mayo cae el compañero Cabral, asesinado en Corrientes en una manifestación en la que se reivindicaba el precio del comedor estudiantil. Y fue cuando aquí en Rosario se inicia una heroica lucha estudiantil acompañada por el pueblo, una heroica lucha que arrojó dos mártires más, dos compañeros que merecen el mismo respeto y el mismo homenaje que Santiago Pampillón, el compañero Bello y el compañero Blanco. Nosotros en Córdoba, denunciábamos que el atropello había llegado a tal grado que con la pistola 45 se tiraba por la espalda a los compañeros aprendices, estudiantes como el compañero Blanco, y lo denunciamos públicamente, asumiendo las mismas responsabilidades que permanentemente hemos asumido. Y fue cuando aquí se instauraron como medios para reprimir esa justa rebelión de los rosarinos los Tribunales Militares. El día 20 de mayo yo fui detenido nuevamente en el barrio Clínicas, y liberado de inmediato fui invitado a la Universidad Católica de Córdoba, por los compañeros estudiantes a pronunciar unas palabras con motivo del aniversario de la fecha patria y los acontecimientos que se vivían. En esa oportunidad, cuando aun funcionaban aquí los Tribunales Militares, nosotros señalábamos, “ tenemos mártires en nuestra trayectoria, tenemos al compañero Pampillón, al compañero Cabral, al compañero Bello, al compañero Blanco, a la compañera Hilda Guerrero y esas fuerzas de represión que constituyen tribunales especiales para quienes luchan por los derechos del pueblo, deben dar vuelta sus armas y si constituir tribunales de guerra para los monopolios, y para los explotadores”...

Luego de esa exposición se creó un serio conflicto en la Universidad, por que incluso- por órdenes superiores, a los compañeros de la Universidad Católica se le tenía en período de reflexión mientras los compañeros de la Universidad Nacional luchaban en las calles por sus derechos. Y en ese momento yo apelé a los compañeros estudiantes diciendo que es correcto reflexionar, pero la hora de la reflexión había terminado y debían darse el brazo con los compañeros de la Universidad Nacional y con los compañeros trabajadores y exteriorizar en la calle la protesta. Y el día 26 de mayo un plenario de gremio declaró el paro activo para los días 29 y 30 por 37 horas a partir de las11 hs. Del día 29; la CGT Nacional declaró un paro de 24 hs. Para el día 30 de mayo. A nosotros en ese caso, en algunas oportunidades, se nos preguntó si la acción del estudiantado, era un reflejo de las luchas de París, si esta era una cuestión de minorías activas, si era una cuestión de espontaneísmo, si estaba vinculado con la teoría de Cohn Bendit, de Rudi Dutschke, etc. Nosotros dijimos no. Aquí no es espontaneísmo, aquí hace tiempo que venimos luchando y padeciendo y esta movilización es organizada, es decretada con hora y fecha, de ahí que espontaneísmo no sea la cualidad, sino la organización. El hecho de demostrar y de hacer valer la presencia activa de este pueblo y el 29 de Mayo fue, con hora, 11 hs., por resolución de los plenarios y ese mismo 29 de Mayo confluyeron al centro de la ciudad todos los obreros de todas las fábricas, todos los estudiantes para realizar una multitudinaria concentración de protesta; pero la represión que se había ensañado con toda esta serie de mártires, volvió a actuar y un compañero nuestro, sin haber llegado al centro, el caso del compañero Máximo Mena, de Mecánicos, cayó con un balazo en el corazón cerca de la terminal de ómnibus. Y de allí evidentemente el pueblo no pudo contener su indignación su espíritu de lucha. Y así con sus manos, con su cuerpo, con su dignidad, con su valentía, con su protesta, con su repudio a todo con eso y reventando esa compresión que tres años que  nos impedía hacer actos, que nos impedía  manifestarnos, superó las fuerzas de la represión y tomó la ciudad de Córdoba en los que nosotros llamamos el glorioso Cordobazo del 29 de Mayo.

Esa manifestación multitudinaria del pueblo significó que interviniera el Ejercito y significó que apresaran a miles de manifestantes y de no manifestantes y significó que se juzgara arbitrariamente a 32 personas condenándolos a una serie de años de prisión que tuvieron que padecer por seis meses y medio. Tribunales que no respetaron en absoluto ninguna mínima norma jurídica. En mi caso – y lo he señalado en distintas oportunidades y significó incluso la clausura de una revista por el Ministro del Interior Imaz - fui apresado a las cuatro de la tarde y a las doce de la noche me llevaron a la policía, llevado a los cuarteles incomunicado, interrogado por los tribunales militares, en el plazo de 8 hs. ya tenía la condena firmada de 8 años y tres meses de prisión. Como tuvieron otros compañeros de diez años, ocho, seis, cinco, tres años etc. Y surgió el problema de la subversión, problema de los extremistas, el problema que encarcelando a esos dirigentes la gente no iba a ser llevada por el mal camino. Sin embargo, y nosotros en cada oportunidad que tenemos aprovechamos para reconocer la solidaridad que se nos brindó.

Estuvimos varios meses alejados de las bases y fue cuando el pueblo más lucho en todo el país. Fue cuando después del 29 y 30 de mayo, se realizó el paro del 17 y 18 de junio, se realizó el paro del 1° de julio por nuestras reivindicaciones y con repudio a Rockefeller. Se realizó el paro del 30 de julio, se realizó el paro del 27 de agosto, se realizó el glorioso Rosariazo del 16 y 17 de septiembre. Se realizó el paro del 19 y 30 de octubre. Entonces era de la idea o de la actividad de algunos ciudadanos, de algunos trabajadores, de donde surgía esa reacción del pueblo? No, era la reacción nacida del propio pueblo, era organizada por el propio pueblo y en definitiva por el clima de Onganía y de toda la represión de todos los años que nos dieron.

“Nosotros cuando llegamos a Córdoba nuestro primer grito fue de “¡Abajo la dictadura! ¡El pueblo es quien nos ha liberado! “Y de ahí, de esas heroicas luchas del pueblo argentino de 1969, de ahí de ese córdobas, de ese rosariazo, surgió cada vez más acentuado lo que hemos denominado “la rebelión de las bases”. Ya no sólo en la calle los compañeros disputaban el derecho a expresarse. Tuvimos expresiones donde los trabajadores ya no aceptaban la instrumentación para la elección de sus dirigentes, destinados a conformar una CGT participacionista. Y tuvimos en el mes de diciembre y en el mes de enero un conflicto que conmovió al país. Un conflicto de principios, como era el conflicto de El Chocón. Un conflicto donde se demandaba, fundamentalmente, el respeto a la voluntad soberana de los trabajadores. Cuando el participacionista y entregado Coria al servicio de Onganía, de Levingston y del sistema, desconoció la elección del Chocón. La gendarmería, nuevo instrumento de represión, que colocan para impedir la libre expresión del pueblo, enfrenta a los trabajadores que luchan por defender su voluntad soberana. Esto se dio también en la fábrica de Perdriel y de Fiat de Córdoba, y vimos aquí cerca también en esos meses, en Villa Constitución la lucha del movimiento obrero contra las intervenciones, contra la patronal, contra el gobierno defendiendo sus derechos.

En Córdoba organizamos para el 31 de enero de 1970 la Reunión Sindical y Popular por la Justicia Social y la Liberación Nacional, que algunos creían que no iba a dar resultado, que no iba a tener adhesión, pero cuando se proclamaron sus objetivos, que era la defensa de los derechos humanos en todas sus particularidades, en la Argentina, esa reunión provocó una adhesión cada vez mayor en distintos sectores del pueblo. Nos decían que era la unión democrática, nos imputaban toda una serie de hechos. Nosotros decíamos pónganle el nombre que quieran pero aquí están los compañeros de la Textil Escalada de Tucumán, los compañeros de El Chocón, los compañeros del ferrocarril Roca, están los compañeros estudiantes de Rosario, los estudiantes de Santa Fe, los curas del Tercer Mundo de Corrientes, de Córdoba, de Tucumán. Que le pusieran el nombre que quisieran. Esta reunión tomó una envergadura tal, que fue prohibida por Onganía. Fue prohibida por Huerta. No sólo fue prohibida si no que se intervino a la Asociación Redes Cordobesa. (Que es un club que nos había alquilado el local para esa reunión) Porque la Comisión Directiva respetando el acuerdo, se negaba, como se le había insinuado a rescindir el contrato. Y fue ese día Córdoba ocupada por las fuerzas de represión. Pese a todo esto en una reunión menor hecha clandestinamente, se hizo un documento, uno de los documentos que junto con el del 1° de mayo de 1968 nos sirve de doctrina básica para nuestras soluciones, para nuestra acción. 

Intervienen el Sindicato

El 4 de febrero se atacó a balazos por una banda armada la Sede de nuestro Sindicato. Hicieron ocho disparos de armas de fuego y fueron heridos dos estudiantes. Fue clausurado el Sindicato por disposición de Huerta. El 5 de febrero Onganía firmó la ley de intervención al Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba. Ley de intervención que pese a que Levingston dice que el pueblo argentino ya no va a votar sino que va a elegir, en este momento no deja que 3.000 trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba puedan elegir sus auténticos representantes. Y mantiene a nuestra organización como única organización intervenida en el panorama sindical del país. O sea que el hecho de continuar sustentando el compromiso adquirido con nuestras propias convicciones con todos nuestros compañeros llevó a que fuera intervenida nuestra organización, a que perdiéramos los permisos gremiales, a que tuviéramos que actuar así como estábamos actuando; con gran satisfacción y con gran alegría, pero también con un gran sacrificio como es el de trabajar todo el día y luego recorrer distintos lugares y contactarnos con estudiantes y con trabajadores que estén dispuestos a continuar la lucha.

La lucha renació nuevamente en el mes de Abril, y particularmente en Córdoba con ocupaciones de fábricas, con cuatro paros activos que realizó todo el movimiento obrero, con un paro general incluso el día 23 de Abril, que se hizo en todo el país y cayó Onganía. 

Revolución Argentina Opus II

Los tres Comandantes en Jefe se dieron cuenta que Onganía era autocrático, que conducía al país por un camino incompatible con nuestras tradiciones democráticas. Se dieron cuenta cuando ya Onganía tenía el repudio total de la población. Cuando su sistema represivo no servía nada más que para exacerbar los ánimos y para profundizar la lucha. Y cambió toda la temática. El nuevo presidente importado cambió la temática y de pasar de la Revolución que no tenía plazo y que tenía objetivos pasó a esta Revolución que tiene plazo, que no es corto. Ya no dicen lo mismo que decía Onganía que el plazo era largo. Hoy han intentado un nuevo término que es que el plazo no es corto. Nosotros hemos preguntado si se puede definir con cierta aproximación —no digamos con precisión— la diferencia que existe entre aquello que “es largo” y aquello que “no es corto”. Ahora en una revista salió en esta semana la definición: “el plazo es mediano”. Pero nosotros, aquí exponiendo nuestras ideas y como una parte que corresponde, en el homenaje a Santiago Pampillón que es el de descifrar los objetivos y denunciar las trampas que se preparan. Debemos decir y definir lo que ha señalado el presidente Levingston: que la Revolución Argentina tendrá una salida institucional. No, que el país tendrá una salida institucional y carátula de opositores aún a quienes aceptando el hecho de la Revolución Argentina están en contra. Y carátula de enemigos a quienes no aceptan el hecho de la Revolución Argentina nada más que como una contrarrevolución reaccionaria. A nosotros no nos importa el rótulo que nos coloquen. Simplemente denunciamos una vez más que no es ni lo republicano, ni lo representativo, ni lo federal, ni lo democrático, ni lo popular lo que pretende instrumentar la continuidad de la Revolución Argentina de Onganía. Y eso está bien claro por una condición básica, que define la identidad de la política de Onganía con la política de Levingston, que es la política económica trazada por Moyano Llerena, que salvo la diferencia de porcentajes es una reproducción de la política económica instaurada por Krieger Vasena el 13 de marzo de 1967. Política económica que ha merecido la condena y el repudio de las propias empresas de las Federaciones Económicas, adheridas a la Confederación Económica. Denuncias que muchas veces están más allá de las que realiza la propia CGT. Práctica de oposición que está mucho más allá que la que realiza la propia CGT, porque ellos hacen sus congresos regionales. Ellos denuncian que esta devaluación del peso significa aumentar los costos de producción, significa facilitar la importación de productos manufacturados, significa hacer entrar en competencia a industrias de alto nivel tecnológico con nuestra industria, que es someterla a la transferencia, a la compra o a la disolución. Entonces sí, la política económica de Moyano Llerena-Levingston o Levingston-Moyano Llerena es exactamente igual a la de Onganía-Krieger Vasena. ¿Nosotros podemos creer realmente que el régimen actual va a organizar una salida popular, va a respetar el criterio del pueblo para designar auténtica y libremente a sus representantes? En absoluto. Alguien ha definido que el programa político de la Revolución Argentina está dado por el Ingeniero Gabrieli, tradicional conservador de Mendoza, al cual se le ha restituido la gobernación y que ha tratado de lograr integrar un gabinete con una serie de desertores de distintos movimientos populares para facilitar la salida política institucional de la dictadura. Y de ahí que nosotros hayamos calificado con razón, que éste es un conglomerado de usurpadores, de desertores y oportunistas; que es un conglomerado de los Gabrieli, de los Sapag, de los Lucco, de los Leandro Fernández, de aquellos que consideran agotado su ideal, que se han enancado en el caballo de la Dictadura, que creen que va a ser posible hacer un nuevo fraude al pueblo. Pero como no fue posible que Onganía se mantuviera sin término en el poder, como no fue posible que se cumplieran esos largos plazos que constantemente pregonaba, el pueblo también hará imposible que se instrumente una salida posible de fraude, una salida política al servicio del imperialismo, una salida política orquestada con desertores al servicio de los monopolios y por la dependencia nacional. . 

Levingston habla

El general Levingston habla y dice muchas cosas, le habla a los trabajadores como a la masa humana que hace el gran esfuerzo, que ha comprendido todo este proceso, y por eso no se hace eco de la subversión; a los estudiantes como juventud que ha de ser el porvenir y la construcción futura del país; a las mujeres las llama a compartir la tarea revolucionaria de este régimen. Dice que quiere sacar adelante a nuestro país. Pero dentro de toda esa verborragia demagógica y bonapartista, de esa verborragia paternal, de ese ser ungido por un poder extraterreno que nos viene a redimir a nuestro país de todos nuestros actos, anormalidades y distorsiones, están las frases que dan realmente cuenta cuál es la verdad, cuál es el propósito y cuál es la esencia de la política que lleva adelante este gobierno. En su discurso del 4 de septiembre publicado en “La Razón” del 5/9/1970, habla el Gral. Levingston respondiendo a un reportaje de Roberto Savio, periodista de la RAI (radio y televisión italiana). Habla del nacionalismo. Nosotros lo titulamos en un comentario que hicimos “El nacionalismo de Levingston”. Este periodista italiano le pregunta a Levingston: “—Sr. Presidente, dada la creciente tendencia del nacionalismo en América Latina, después de la década desarrollista simbolizada por la Alianza para el Progreso, ¿en qué concepto y en qué medida es aquella compatible, con las necesidades del desarrollo y las relaciones interamericanas?” Y Levingston responde: “—En general existe un nacionalismo superficial, que normalmente procura a través de un patriotismo intransigente, exteriorizarse en forma de aislamiento económico. Ese tipo de nacionalismo, resulta inconveniente en todos los planos. Pero existe otro tipo de nacionalismo razonado y profundo que hace a la esencia del ser nacional y a las condiciones que caracterizan la autodeterminación para el ejercicio pleno del país” —y aquí viene la frase fundamental—, el nacionalismo de Levingston, el profundo y razonado no sólo no rechaza el desarrollo y la colaboración internacional sino que “crea normalmente el clima propicio para que las empresas de índole internacional, donde se suman las voluntades y los esfuerzos de las naciones que tienen intereses comunes, como EE.UU., Alemania Federal, Inglaterra, Francia, etc.” Esa es la definición del seudo nacionalismo de Levingston. El nacionalismo económico de Levingston es crear las condiciones para que el imperialismo internacional del dinero —que definió Paulo VI en “Populorum Progressio”— para el financiamiento de los proyectos industriales del Banco Mundial, para que la estabilización de la moneda controlada por el Fondo Monetario Internacional, para algunas obras de mediano desarrollo del Banco Interamericano, para que esas obras, para que esas financiaciones, para que esa penetración tenga un clima propicio en nuestro país. Como si no estuviera ya el clima propicio de la penetración, que desnacionaliza nuestros bancos, que desnacionaliza nuestra industria, que incluso llega a que hombres que tradicionalmente representaron intereses desvinculados del pueblo argentino, se sientan agredidos por esa política de las empresas internacionales. Como son los lamen tos, expresados por el Sr. Anchorena, ante el mono polio de los frigoríficos que le ha tocado sus intereses, hoy habla de la defensa del interés nacional. Entonces la política económica de Levingston es además del clima que ya está creado, además de las garantías de represión que ya tiene el capitalismo internacional, la de crear por vía de una política denominada nacionalista, razonada y profunda, un clima propicio para que nos sigan penetrando, para que nos sigan espoleando, para que usufructúen nuestro esfuerzo, para que nos mantengan en la dependencia, para que hagan de nosotros una factoría o al menos un pedazo en la división continental del trabajo como lo ha planteado el imperialismo yanqui en América Latina. 

Nosotros proponemos

De ahí, que nosotros denunciamos toda esta acción del régimen de turno enderezada a perpetuarse con un distinto método al que empleó Onganía. Pero, en definitiva a perpetuarse. Es por ello que es necesario responder a esta política desde el movimiento obrero, desde el estudiantado, desde todos los sectores que realmente se sientan nacionalistas, democráticos y populares en el verdadero y auténtico sentido de la palabra. Y eso significa tener que combatir la política del sistema, la instrumentación del régimen para su salida política y el participacionismo dentro del movimiento obrero. Nosotros ante las dificultades o ante la nueva interpretación dada por la CGT de los Argentinos, entendimos que lo valioso, lo revolucionario de la C.G.T. de los Argentinos, era la Unidad que se planteaba entre compañeros; compañeros peronistas, compañeros radicales, compañeros cristianos, compañeros marxistas, en definitiva trabajadores, estudiantes que tenían un concepto, pero que tenían por sobre todas las cosas un objetivo común. Y que desde el campo sindical, respetando el pensamiento político de cada uno, era posible construir una fuerza popular que enfrentara a la política de la dictadura y sirviera para facilitar una salida a todos los sectores populares del país. De ahí que levantando entonces lo que es un producto de la elaboración del pueblo, como es el Manifiesto del 1° de Mayo de 1968 y ese documento de la Reunión de Córdoba, hayamos decidido realizar una convocatoria en Buenos Aires para los días 3 y 4 de octubre en los cuales reclamaremos la solución a toda una serie de problemas y denunciaremos, en todos los terrenos la política reaccionaria del régimen. Porque la CGT se queda en la política económica que evidentemente es importante, pero en este país hay Estado de Sitio, en este país hay Pena de Muerte, en este país hay toda una gama de Legislación Represiva que impide a los hombres argentinos, expresarse según su voluntad. Entonces, además de reclamar el aumento de salarios que nos corresponde, queremos reclamar la libertad de los presos, la libre expresión política de cualquier sector que sea, la derogación de la Legislación Represiva, la solución a los problemas de los jubilados y pensionados, el cambio de estructuras del cual tanto hablamos, en el cual tantas veces hacemos exposiciones que desde la CGT no se señala, como en cambio se lo señala desde otros sectores. Sabemos cuales son las distorsiones que tiene nuestro país, sabemos que los resortes básicos y fundamentales de la economía no están en poder de nuestro pueblo, sabemos que el crédito bancario está manejado por los organismos financieros internacionales, sabemos que el comercio exterior está regulado por el dumping, está regulado por los términos del deterioro impuesto por las grandes potencias. Y nosotros lo que queremos es construir un país. Construir un país de y para los argentinos, un país que se afirme sobre sus valores, sobre sus tradiciones populares y que abra una perspectiva para la Argentina y para América Latina de construirse a sí misma sin dependencias de ninguna naturaleza. Pero para eso es necesario luchar, para eso es necesario concientizar, para eso es necesario organizarse y nosotros no podemos si tenemos una CGT producto, en la mayoría de los gremios, del fraude, de la conciliación que no levanta esas banderas. Nosotros tenemos la obligación moral de levantarlas, en todos los terrenos nos digan lo que nos digan. Nosotros tenemos nuestra opción desde el campo sindical porque entendemos que del campo sindical y del campo estudiantil y desde otros campos, es posible con riesgos lógicamente, con sacrificios, ir construyendo ese destino que queremos para nuestro pueblo. Por eso hemos convocado para esa reunión del 3 y 4 de octubre. Reunión que no persigue, que no tiene un criterio exclusivista. Reunión que no pretende hegemonías, que no establece liderazgos. Reunión que procura denunciar lo que hay que denunciar y lo que otros callan. Reunión que procura denunciar la política del régimen. Levantar el verdadero cambio de estructuras, no como simple slogan, no como simple frase, sino marcando en cada uno de los sectores de nuestra población, en cada una de las regiones de nuestro país, la deformación y los sufrimientos que tenemos en nuestro pueblo. Porque en realidad no son espejo de nuestro pueblo, no son espejo de nuestra patria los denominados en Sociología o en Economía Política “islotes de modernidad”. Nuestro pueblo no está hecho del centro de la Capital Federal, del centro de Rosario, del centro de Córdoba o de cualquier ciudad Argentina. Nuestro pueblo está hecho con el Norte argentino. Nuestro pueblo está hecho con las villas miserias. Nuestro pueblo está hecho con la falta de escuelas, con la deserción escolar.

Con los compañeros que teniendo capacidad para trabajar y que quieren trabajar y no encuentran trabajo, porque no hay fuentes de trabajo, porque la política económica está destinada a tener siempre una cuota de desocupados que sirva de contrapeso a quienes trabajando luchan por mejorar sus condiciones. Entonces nuestro país, inexplorado, sometido a condiciones semifeudales, es esa villa miseria que rodea a las ciudades industriales. Es ese trabajador sin ocupación, es ese trabajador sin asistencia médica. Es ese estudiante al que le aplican el “test maldito”, como le decimos en Córdoba, para impedir que entre a la Universidad, y cuando ingresa tratan de canalizarlo en una política que no está al servicio del desarrollo, sino al servicio de los grandes monopolios.

 El país que queremos

Entonces de ese país que es perfectamente posible construir nosotros hablamos. Porque en la Argentina hay capacidad suficiente para construirlo, hay espíritu de trabajo para trabajar. No es que no querramos trabajar, no nos dejan trabajar. No es que no querramos estudiar, nos meten el test para no dejarnos estudiar. En este país la represión entonces alcanza el derecho de trabajar, el derecho de estudiar y subsidiariamente a todos los demás derechos que hacen a una vida digna de la persona humana. Entonces ese país, al que nosotros convocamos a todos los compañeros, no para hacer un ente orgánico que nos meta en la bolsa a todos, porque no pretendemos eso, sino que convocamos a la continuidad de la lucha como indica nuestro manifiesto, a la continuidad en la lucha por esos cambios profundos que significan la nacionalización de los resortes básicos y fundamentales de la economía, que significan el dominio del crédito interior, que significan el dominio del comercio exterior, que significan una reforma agraria, que significa que sólo rijan los destinos del país la voluntad soberana del pueblo. Nosotros queremos un país que cuando el hombre ha agotado o ha cubierto la parte efectiva de su vida de trabajo, pueda descansar, pueda vivir sus últimos años en un nivel de dignidad por lo menos igual al de quien trabaja.

Donde un Ministro, el capitán Manrique que se denomina de Bienestar Social no tenga que decir: “—Y bueno, no hay solución—”. Sin embargo para otros hay solución, para los grandes monopolios hay solución, para pagar los intereses de los préstamos hay solución, para comprar las máquinas donde ellos nos indican hay solución: Para los jubilados, para los pensionados, para los niños, para los estudiantes, para los trabajadores, para ellos que son realmente el pueblo no hay solución, y es por ello, y es por nosotros que luchamos y que lanzamos esta proclama. Y como hoy conmemoramos la gesta de un compañero obrero y estudiante que dio su sangre al servicio de esos ideales. Como hoy lo conmemoramos, es que insistimos en ratificar la continuidad de la lucha contra la nueva Dictadura o contra la dictadura que cambió de nombre. No hay otro camino para la liberación del pueblo argentino. No hay otro camino para que se respeten los verdaderos derechos del pueblo. A nosotros no nos interesa una elección simplemente para ir a depositar un voto en la urna. Nos puede interesar o no, en función de que sirva para solucionar los grandes problemas. Y lo que nosotros percibimos no es el SI o el NO de una elección. Sino el SI de la solución de los problemas que denunciamos, y no lo lograremos de otra manera, que con la Unidad, que con la Lucha, que con la exteriorización callejera, que con la Denuncia, y así vamos a marchar adelante. De lo contrario continuaremos en nuestra misma situación, quejándonos, la- mentándonos, echando la culpa a unos y a otros y ese no es el camino. El camino es la perseverancia, es la paciencia. Tampoco es la aventura y la desesperación. Estamos en una situación en que lo fundamental es tener convicciones, es tener firmeza y aguantar todo lo que venga permanentemente hasta lograr nuestro triunfo. No lo podemos desgraciadamente, conseguir de un día para el otro, pero si no nos organizamos, si no luchamos, si no concientizamos, no lo lograremos nunca, y continuaremos con estos problemas. Y un argentino digno como son los argentinos que pertenecen al pueblo, los argentinos que se sienten identificados con su patria, los argentinos que se sienten verdaderas personas, que se sienten agentes de la historia y no objetos de la historia, esos que están dispuestos a luchar, esos triunfarán.

A Santiago Pampillón fundamentalmente por cumplirse el 4° aniversario de su asesinato, y a los demás compañeros que también cayeron: a Cabral, a Bello, a Blanco, a Hilda Guerrero, Máximo Mena…a ellos el mejor homenaje que haremos a su sangre derramada, por esos grandes ideales, es continuar la lucha y levantar la bandera que ellos levantaron.

AGUSTIN TOSCO